Jonás 2

Jonás 2

La oración de Jonás

11 (2) Entonces Jonás oró al Señor su Dios desde dentro del pez,

22 (3) diciendo:

«En mi angustia clamé a ti, Señor,

y tú me respondiste.

Desde las profundidades de la muerte

clamé a ti, y tú me oíste.

33 (4) Me arrojaste a lo más hondo del mar,[#2.3 (4) Cf. Ez 27.26; Miq 7.19. El mar ha causado siempre una viva impresión a causa de su inmensidad (Job 11.9), del ímpetu de sus olas (Job 38.8) y de su fuerza destructiva (Ez 26.3). Por eso, los israelitas veían en él la representación del caos anterior a la creación (véase Gn 1.2 nota) y un símbolo de los más grandes peligros. También por eso, en Ap 21.1 se dice que al fin de los tiempos el mar ya no existirá más. Véase, en sentido contrario, la referencia al mar de cristal (Ap 15.2; cf. 4.6), como símbolo de pureza y de paz.]

y las corrientes me envolvieron.

Las grandes olas que tú mandas

pasaban sobre mí.

44 (5) Llegué a sentirme echado de tu presencia;[#2.4 (5) Sal 31.22(23).]

pensé que no volvería a ver tu santo templo.

55 (6) Las aguas me rodeaban por completo;

me cubría el mar profundo;

las algas se enredaban en mi cabeza.

66 (7) Me hundí hasta el fondo de la tierra;[#2.6 (7) Lit. las raíces de las montañas. Se alude probablemente a lo más hondo del mar, ya que los antiguos israelitas pensaban que el suelo firme tenía sus cimientos en las profundidades del mar. Cf. Sal 24.2; 69.2(3), y véanse Sal 18.15(16) n. y Am 7.4 nota.]

¡ya me sentía su eterno prisionero!

Pero tú, Señor, mi Dios,

me salvaste de la muerte.

77 (8) Al sentir que la vida se me iba,

me acordé de ti, Señor;

mi oración llegó a ti en tu santo templo.

88 (9) Los que siguen a los ídolos

dejan de serte leales;

99 (10) pero yo, con voz de gratitud,

te ofreceré sacrificios;

cumpliré las promesas que te hice.

¡Solo tú, Señor, puedes salvar!»

1010 (2.1) Entonces el Señor dispuso que el pez vomitara a Jonás en tierra firme.

Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Published by: United Bible Societies