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1Y el pueblo comenzó a quejarse en la adversidad a oídos del Señor ; y cuando el Señor lo oyó, se encendió su ira, y el fuego del Señor ardió entre ellos y consumió un extremo del campamento.[#11:1 Lit., fue como los que se quejan de]
2Entonces clamó el pueblo a Moisés, y Moisés oró al Señor y el fuego se apagó.[#11:2 Lit., se hundió]
3Y se le dio a aquel lugar el nombre de Tabera, porque el fuego del Señor había ardido entre ellos.[#11:3 I.e., encendido]
4Y el populacho que estaba entre ellos tenía un deseo insaciable; y también los hijos de Israel volvieron a llorar, y dijeron: ¿Quién nos dará carne para comer?[#11:4 Lit., deseaba un deseo]
5Nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto, de los pepinos, de los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;
6pero ahora no tenemos apetito. Nada hay para nuestros ojos excepto este maná.[#11:6 Lit., nuestra alma está seca]
7Y el maná era como una semilla de cilantro, y su aspecto como el del bedelio.
8El pueblo iba, lo recogía y lo molía entre dos piedras de molino, o lo machacaba en el mortero, y lo hervía en el caldero y hacía tortas con él; y tenía el sabor de tortas cocidas con aceite.[#11:8 Lit., con; #11:8 Lit., su sabor era como el sabor de]
9Cuando el rocío caía en el campamento por la noche, con él caía el maná.[#11:9 Lit., sobre]
10Y Moisés oyó llorar al pueblo, por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira del Señor se encendió en gran manera, y a Moisés no le agradó.[#11:10 Lit., fue malo a los ojos de Moisés]
11Entonces Moisés dijo al Señor : ¿Por qué has tratado tan mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia ante tus ojos para que hayas puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?
12¿Acaso concebí yo a todo este pueblo? ¿Fui yo quien lo dio a luz para que me dijeras: «Llévalo en tu seno, como la nodriza lleva al niño de pecho, a la tierra que yo juré a sus padres»?[#11:12 O, el padre adoptivo; #11:12 Lit., tú juraste]
13¿De dónde he de conseguir carne para dar a todo este pueblo? Porque claman a mí, diciendo: «Danos carne para que comamos».
14Yo solo no puedo llevar a todo este pueblo, porque es mucha carga para mí.[#11:14 Lit., muy pesado]
15Y si así me vas a tratar, te ruego que me mates si he hallado gracia ante tus ojos, y no me permitas ver mi desventura.
16Entonces el Señor dijo a Moisés: Reúneme a setenta hombres de los ancianos de Israel, a quienes tú conozcas como los ancianos del pueblo y a sus oficiales, y tráelos a la tienda de reunión y que permanezcan allí contigo.
17Entonces descenderé y hablaré contigo allí, y tomaré del Espíritu que está sobre ti y lo pondré sobre ellos, y llevarán contigo la carga del pueblo para que no la lleves tú solo.
18Y di al pueblo: «Consagraos para mañana, y comeréis carne, pues habéis llorado a oídos del Señor , diciendo: “¡Quién nos diera a comer carne! Porque nos iba mejor en Egipto”. El Señor , pues, os dará carne y comeréis.
19No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días,
20sino todo un mes, hasta que os salga por las narices y os sea aborrecible, porque habéis rechazado al Señor , que está entre vosotros, y habéis llorado delante de Él, diciendo: “¿Por qué salimos de Egipto?” ».[#11:20 Lit., hasta]
21Pero Moisés dijo: El pueblo, en medio del cual estoy, llega a seiscientos mil de a pie; y tú has dicho: «Les daré carne a fin de que coman, por todo un mes».
22¿Sería suficiente degollar para ellos las ovejas y los bueyes? ¿O sería suficiente juntar para ellos todos los peces del mar?
23Y el Señor dijo a Moisés: ¿Está limitado el poder del Señor ? Ahora verás si mi palabra se te cumple o no.[#11:23 Lit., ¿Es corta la mano]
24Salió Moisés y dijo al pueblo las palabras del Señor . Reunió después a setenta hombres de los ancianos del pueblo y los colocó alrededor de la tienda.
25Entonces el Señor descendió en la nube y le habló; y tomó del Espíritu que estaba sobre él y lo colocó sobre los setenta ancianos. Y sucedió que cuando el Espíritu reposó sobre ellos, profetizaron; pero no volvieron a hacerlo más.
26Pero dos hombres habían quedado en el campamento; uno se llamaba Eldad, y el otro se llamaba Medad. Y el Espíritu reposó sobre ellos (ellos estaban entre los que se habían inscrito, pero no habían salido a la tienda), y profetizaron en el campamento.[#11:26 Lit., segundo]
27Y un joven corrió y avisó a Moisés, diciendo: Eldad y Medad están profetizando en el campamento.
28Entonces respondió Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde su juventud, y dijo: Moisés, señor mío, detenlos.
29Pero Moisés le dijo: ¿Tienes celos por causa mía? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta, que el Señor pusiera su Espíritu sobre ellos!
30Después Moisés volvió al campamento, y con él los ancianos de Israel.
31Y salió de parte del Señor un viento que trajo codornices desde el mar y las dejó caer junto al campamento, como un día de camino de este lado, y un día de camino del otro lado, por todo alrededor del campamento, y como dos codos de espesor sobre la superficie de la tierra.[#11:31 O, desde unos dos codos arriba; un codo equivale aprox. a 45 cm.]
32Y el pueblo estuvo levantado todo el día, toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron las codornices (el que recogió menos, recogió diez homeres), y las tendieron para sí por todos los alrededores del campamento.[#11:32 Un homer equivale aprox. a 220 litros]
33Pero mientras la carne estaba aún entre sus dientes, antes que la masticaran, la ira del Señor se encendió contra el pueblo, y el Señor hirió al pueblo con una plaga muy mala.
34Por eso llamaron a aquel lugar Kibrot-hataava, porque allí sepultaron a los que habían sido codiciosos.[#11:34 I.e., las tumbas de la codicia]
35Y de Kibrot-hataava el pueblo partió para Hazerot, y permaneció en Hazerot.[#11:35 Lit., estaba]