DEUTERONOMIO 15

Perdón de las deudas

1Cada siete años perdonarás las deudas.

2Lo harás del siguiente modo: cuando se proclame el perdón de las deudas en honor del Señor, todo el que haya hecho un préstamo a su prójimo o a su hermano, le perdonará la deuda y no se la reclamará más.

3Podrás reclamar el pago de la deuda al forastero, pero perdonarás la deuda que tengas contraída con tu hermano.[#15,3: El término hebreo no designa aquí al que reside en alguna de las ciudades de Israel, sino que se refiere más bien al que está de paso y no se ha integrado en la comunidad (ver Dt 14,21).]

4Así no habrá mendigos entre los tuyos, ya que el Señor te colmará de bendiciones en la tierra que el Señor tu Dios te va a dar en herencia para que la poseas,[#15,4: La preocupación por los más desfavorecidos de la sociedad —representados por el huérfano, la viuda y el inmigrante— es un rasgo que caracteriza la legislación israelita (ver Ex 22,21-27), especialmente en Deuteronomio. Esta preocupación se manifiesta en una serie de prescripciones: las relativas al diezmo trienal (14,28-29), al perdón de las deudas (15,1-11) y a la liberación de los esclavos (15,12-18). En la misma dirección se mueve la obligación de devolver al pobre la prenda antes de caer la noche y la de pagar al jornalero antes de ponerse el sol (24,12.15; ver 23,24-25; Stg 5,4).]

5siempre y cuando obedezcas al Señor tu Dios y cumplas cada uno de los mandamientos que yo te prescribo hoy.

6El Señor tu Dios te bendecirá, tal como te lo ha prometido; podrás prestar a muchas naciones, pero tú no tendrás que pedir prestado; dominarás a muchos pueblos, pero ninguno te dominará a ti.

7Cuando en alguna de las ciudades de la tierra que el Señor tu Dios te va a dar veas a algún pobre entre los tuyos, no seas inhumano negando tu ayuda a ese hermano necesitado;

8al contrario, tiéndele la mano y préstale lo que necesite para remediar su penuria.[#Lv 25,35.]

9Y que no se te pase por la mente el perverso pensamiento de poner mala cara a tu hermano necesitado y no prestarle nada ya que se acerca el año séptimo, año de perdonar las deudas. Él podría clamar al Señor contra ti y te harías culpable de pecado.

10Debes prestarle, y además sin mezquindad; así el Señor tu Dios bendecirá todos tus trabajos y todo lo que emprendas.

11Nunca dejará de haber pobres en esta tierra; por eso te mando que abras generosamente la mano a tu hermano, al pobre y al indigente de tu tierra.[#Mt 26,11; Mc 14,7; Jn 12,8.]

Leyes relativas a los esclavos

(Ex 21,1-11)

12Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti como esclavo y te sirve durante seis años, en el séptimo año lo dejarás libre.[#Ex 21,2-11; Lv 25,39-43.]

13Y cuando lo liberes no lo dejarás marchar con las manos vacías,

14sino que le darás generosamente de aquello con lo que el Señor tu Dios te haya bendecido: de tu ganado, de tu era o de tu lagar.

15Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor tu Dios te liberó; por eso te ordeno esto hoy.

16Pero si ese esclavo te dice: “No quiero irme de tu lado”, porque se ha encariñado de ti y de tu familia y porque contigo se encuentra a gusto,

17entonces con un punzón le perforarás el lóbulo de la oreja contra la puerta, y así se convertirá en tu esclavo de por vida. Lo mismo harás si se trata de tu esclava.

18No te pese dejar en libertad a tu esclavo, porque te sirvió durante seis años por la mitad de lo que habrías pagado a un jornalero; y, además, el Señor tu Dios bendecirá cuanto hagas.[#15,18: Traducción probable, de acuerdo con algunos mss. Otra posible traducción: .]

Los animales primogénitos

19Todo primogénito macho que nazca de tus vacas o de tus ovejas lo consagrarás al Señor tu Dios. No utilizarás para trabajar al primogénito de tus vacas, ni esquilarás al primogénito de tus ovejas,[#Ex 13,12.]

20sino que cada año, tú y tu familia lo comerán en presencia del Señor tu Dios, en el lugar que él haya escogido.

21Pero si el animal tiene algún defecto: es cojo, ciego o tiene cualquier otra falta, no lo presentarás en sacrificio al Señor tu Dios.

22En tal caso, lo comerás en tu ciudad, igual que si se tratase de gacela o ciervo; y lo podrá comer tanto el puro como el impuro.[#15,22: Señal inequívoca de que esta comida no tiene un carácter cultual. Ver Dt 12,15.]

23Pero la sangre no la comerás, la derramarás en tierra, como el agua.[#12,16.23; Gn 9.4; Lv 7,26-27; 17,10-14; 19,26.]

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain