The chat will start when you send the first message.
1Dichoso quien no tiene desliz en sus palabras,
aquel a quien no le remuerden sus pecados;
2dichoso aquel cuya conciencia no le acusa,
ni ha visto en peligro su esperanza.
3No le sienta bien la riqueza al egoísta,
y al mezquino ¿para qué le sirve el dinero?
4El que ahorra a costa de su vida, para otros ahorra:[#14,4: El texto hebreo dice: .]
otros serán los que disfruten sus bienes.
5El tacaño consigo mismo ¿con quién será generoso?[#14,5: La versión griega dice simplemente: .]
Ni siquiera él disfrutará de sus riquezas.
6Nada peor que un mezquino para sí mismo,
en su propio pecado lleva el castigo.
7Si hace algo bueno, es por descuido;
a la postre, se pone de manifiesto su maldad.
8El mezquino es una mala persona,
tuerce el semblante y desprecia a los demás;
9el avaro nunca se contenta con su parte;
al apoderarse de la ajena, echa a perder la suya.
10El malintencionado, hasta del pan tiene envidia;
en su mesa todo es escasez.
11Hijo mío, en lo que puedas, trátate bien
y presenta al Señor ofrendas dignas.
12Recuerda que la muerte está próxima
y nadie te ha dicho cuándo vas a morir.
13Mientras vivas, haz el bien a tus amigos
y, en cuanto puedas, sé con ellos generoso.
14No desaproveches la felicidad presente,
ni dejes escapar la parte de dicha que te toca.
15¿Dejarás a otros el fruto de tu esfuerzo y tus fatigas
para que se lo repartan entre ellos como herencia?
16Da, recibe y disfruta de la vida,
pues en el reino de la muerte
es imposible encontrar placer.
17Todo viviente envejece como un vestido,
porque así está decretado desde siempre:
“Morirás sin remisión”.
18Como hojas verdes en árbol frondoso,
que unas brotan y otras se marchitan,
así sucede con los seres humanos:
mientras unos mueren, otros nacen.
19Toda obra corruptible está destinada a perecer
y con ella desaparecerá también su autor.
20Dichoso quien se entrega a la sabiduría
y dedica su inteligencia a razonar;
21quien medita sobre la sabiduría en su interior
y no cesa de pensar en sus secretos;
22quien se lanza tras ella como un rastreador
y se pone al acecho para ver por dónde pasa;
23quien mira al interior por sus ventanas
y se pone a escuchar junto a su puerta;
24quien acampa próximo a su casa
y planta la tienda pegada a sus paredes;
25quien levanta una tienda a su vera
para instalarse en ella como en buena posada;
26quien encomienda los hijos a su amparo
para que bajo sus ramas se cobijen;
27quien se protege a su sombra del calor
y se hospeda en su gloriosa morada.