HEBREOS 2

HEBREOS 2

Atentos al mensaje

1Es preciso, por tanto, que tomemos en serio el mensaje recibido, si no queremos navegar a la deriva.

2Porque si la palabra pronunciada por ángeles tuvo plena validez, y cuantos la desobedecieron y conculcaron recibieron el merecido castigo,[#10,29; 12,25.]

3¿cómo podremos salir nosotros bien parados si desdeñamos una salvación tan valiosa como esta? Me refiero a la salvación que comenzó siendo anunciada por el Señor, que nos confirmaron quienes la escucharon

4y de la que Dios mismo ha dado testimonio valiéndose de milagros, prodigios y toda suerte de maravillas, además de los dones del Espíritu Santo que ha repartido según su voluntad.[#Mc 16,17-18.20; Hch 5,12; Rm 15,18-19; 2 Co 12,12.]

Glorificación de Jesucristo

5El mundo de que hablamos es el mundo futuro y no lo ha puesto Dios bajo el dominio de los ángeles.

6De ello da fe alguien en un lugar de la Escritura:

¿Qué es el ser humano para que te acuerdes de él?

¿Qué el simple mortal para que te preocupes por él?

7Apenas inferior a los ángeles lo hiciste;

de gloria y de honor lo coronaste ;

8todo lo sometiste a su poder.[#1 Co 15,27; Ef 1,22; Flp 3,21.]

Y si todo le ha sido sometido, nada queda fuera de su dominio. Es cierto que al presente no vemos que todo le esté sometido;

9pero sí vemos que Jesús, a quien Dios hizo un poco inferior a los ángeles, ha sido coronado de gloria y honor por haber sufrido la muerte. De esta manera, debido a la bondad de Dios, experimentó la muerte en favor de todos.[#Flp 2,8-9.]

Solidario con los hermanos

10Convenía, en efecto, que Dios, que es origen y fin de todas las cosas y que quiere conducir a una multitud de hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio del sufrimiento a quien tenía que encabezar la salvación de los demás.[#5,9; 7,28.]

11Y es que santificador y santificados proceden de uno mismo. Por esta razón el santificador no tiene a menos llamarlos hermanos,[#Mt 25,40; Mc 3,35; Jn 20,17.]

12cuando dice:

Anunciaré tu nombre a mis hermanos,

en medio de la asamblea te alabaré.

13Y en otro lugar:

Yo pondré en él mi confianza.

Y también:

Aquí estoy yo con los hijos

que Dios me ha dado.

14Y lo mismo que los hijos comparten una misma carne y sangre, también Jesús las compartió para poder así, con su muerte, reducir a la impotencia al que tiene poder para matar, es decir, al diablo,[#Rm 8,3; Flp 2,7; 1 Jn 3,8.]

15y liberar a quienes el miedo a la muerte ha mantenido de por vida bajo el yugo de la esclavitud.

16Porque no es a los ángeles, sino a la descendencia de Abrahán a quien vino a tender una mano.

17Por eso tenía que ser en todo semejante a los hermanos, ya que de otra manera no podría ser un sacerdote compasivo y fiel en las cosas que se refieren a Dios, ni podría obtener el perdón de los pecados del pueblo.[#3,1; 4,14-15; 5,1; 6,20; 7,26; 8,1; 9,11.]

18Precisamente porque él mismo fue puesto a prueba y soportó el sufrimiento, puede ahora ayudar a quienes están siendo probados.

La Palabra (BLPH) versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2010 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain