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1Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, saluda a quienes en la ciudad de Éfeso pertenecen al pueblo santo y como creyentes están unidos a Cristo Jesús.[#1.1 Véase Gl 1.1 n.; #1.1 Véase Introducción. Algunos mss. omiten en la ciudad de Éfeso; sobre esto véase también Introducción .; #1.1 Véase Ro 1.6-7 n.]
2Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes.
3Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales.[#1.3 El mismo verbo en griego significa alabar y bendecir .; #1.3 esto es, en esa nueva vida del cristiano, que vive para Dios. Esta expresión aparece sólo en esta carta (aquí y en 1.20; 2.6; 3.10; 6.12). Se refiere al conjunto de beneficios enumerados en 1.4-14.]
4Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia. Por su amor,[#1.4 Cf. Ef 5.27; Col 1.22; Jud 24. La misma expresión se aplicaba a los animales ofrecidos en sacrificio (Ex 12.5; Lv 1.3,10; Heb 9.14; 1 P 1.19; cf. Ro 12.1).]
5nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad.[#1.4-5 otra posible traducción: para que, consagrados a él y sin culpa, estemos en su presencia en el amor. Nos había destinado a ser adoptados.; #1.5 Al adoptarnos como hijos, Dios realmente nos hace hijos suyos y herederos de los bienes prometidos a su pueblo (véase 1.11 n.; cf. v. 14; 2.5, y véase también Ro 8.15 nota).; #1.4-5 Cf. Ro 8.29-30.; #1.5 Cristo es la meta hacia la cual Dios nos ha ordenado. Cf. Col 1.16,20. Otra posible traducción: ordenándonos hacia sí mismo, es decir, hacia Dios. Cf. Ro 11.36.]
6Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo.[#1.6 Cf. 1.12,14.; #1.6 Lit. el Amado; título mesiánico (Mt 3.17; 17.5; Col 1.13).]
7-8En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda sabiduría y entendimiento,[#1.7-8 esto es, por su muerte redentora en la cruz (cf. Lv 1.3-17; Heb 9.11-14).; #1.7-8 Véase Ro 3.24 nota.; #1.7-8 Col 1.9. Dándonos: otra posible traducción: actuando con. Esta frase también puede unirse al v. siguiente.]
9y nos ha hecho conocer el designio secreto de su voluntad. Él en su bondad se había propuesto realizar en Cristo este designio,[#1.9 (gr. mysterion ): Se trata del designio de Dios, antes oculto pero ahora revelado, expresado en 1.10 (cf. 1.22-23; 3.4-6; Ro 16.25; Col 1.26; véase también Índice temático ).]
10e hizo que se cumpliera el término que había señalado. Y este designio consiste en que Dios ha querido unir bajo el mando de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra.[#1.10 Gl 4.4; Tit 1.3. Esta expresión se refiere al tiempo inaugurado por Cristo.; #1.10 Cf. Col 1.16,20.]
11En Cristo, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la determinación de su voluntad.[#1.11 esto incluye el pertenecer al pueblo de Dios y tener la esperanza de las promesas futuras. Cf. Dt 7.6; 32.9; Ro 8.17; Gl 3.29; 4.7; Ef 1.14,18.]
12Y él ha querido que nosotros seamos los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que todos alabemos su glorioso poder.[#1.12 Aquí, y probablemente en el v. 11, Pablo parece referirse a los judíos, en contraste con el ustedes del v. 13, referido a los no judíos (cf. Ef 2.11; 3.1).; #1.12 los primeros creyentes, que eran judíos. Otra posible traducción: los que ya esperábamos en Cristo (o en el Mesías ), con referencia a la esperanza mesiánica.]
13Gracias a Cristo, también ustedes que oyeron el mensaje de la verdad, la buena noticia de su salvación, y abrazaron la fe, fueron sellados como propiedad de Dios con el Espíritu Santo que él había prometido.[#1.13 esto es, señalados como posesión de Dios. Probable alusión al don del Espíritu Santo recibido en el bautismo (2 Co 1.22; Ef 4.30). Que él había prometido: Cf. Lc 24.49; Jn 14.26; Hch 1.4; 2.33.]
14Este Espíritu es el anticipo que nos garantiza la herencia que Dios nos ha de dar, cuando haya completado nuestra liberación y haya hecho de nosotros el pueblo de su posesión, para que todos alabemos su glorioso poder.[#1.14 Véase 2 Co 1.22 nota.; #1.14 Véase Ef 1.11 n.]
15Por esto, como sé que ustedes tienen fe en el Señor Jesús y amor para con todo el pueblo santo,[#Col 1.4.]
16no dejo de dar gracias a Dios por ustedes, recordándolos en mis oraciones.[#Col 1.9.]
17Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, al glorioso Padre, que les conceda el don espiritual de la sabiduría y se manifieste a ustedes, para que puedan conocerlo verdaderamente.[#1.17 Véase Jn 17.3 n.; cf. Col 1.9.]
18Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo,[#1.18 Cf. Hch 20.32; Col 1.12; 3.24. Herencia: Véase Ef 1.11 n.]
19y cuán grande y sin límites es su poder, el cual actúa en nosotros los creyentes. Este poder es el mismo que Dios mostró con tanta fuerza y potencia
20cuando resucitó a Cristo y lo hizo sentar a su derecha en el cielo,[#1.19-20 Cf. 2 Co 13.4; Col 2.12.; #1.20 El sitio de honor y de poder (cf. Sal 110.1). En el cielo: Véase 1.3 nota.]
21poniéndolo por encima de todo poder, autoridad, dominio y señorío, y por encima de todo lo que existe, tanto en este tiempo como en el venidero.[#1.21-22 Col 1.16; 2.10; 1 P 3.21-22; cf. Ef 6.12. Se refiere a los poderes espirituales que dominan el universo, que están ahora sometidos a Cristo. Cf. Ef 3.10.]
22Sometió todas las cosas bajo los pies de Cristo, y a Cristo mismo lo dio a la iglesia como cabeza de todo.
23Pues la iglesia es el cuerpo de Cristo, de quien ella recibe su plenitud, ya que Cristo es quien lleva todas las cosas a su plenitud.[#1.22-23 Col 1.18; cf. Ro 12.5; 1 Co 12.27.; #1.23 Lit. de quien ella es plenitud. Es decir, la iglesia recibe de Cristo todo lo que tiene. Por medio de ella él ejerce toda su acción salvadora. Otras posibles traducciones: donde está Cristo con toda su plenitud (en el sentido de que Cristo, con la plenitud de sus dones, se hace presente en la iglesia), o de quien ella es complemento (es decir, con Cristo como cabeza, forma un cuerpo completo).; #1.23 otra posible traducción: recibe la plenitud total (de Dios).]