Salmos 5

Salmos 5

SALMO 5

Comenzando el día con Dios

1-21-2 (2-3) Señor, Rey mío y Dios mío,[#5.1-2 (2-3) Sal 44.4 (5); 68.24 (25); 74.12; 84.3 (4).]

escucha mis palabras,

atiende a mis gemidos,

oye mis súplicas,

pues a ti elevo mi oración.

33 (4) De mañana escuchas mi voz;

muy temprano te expongo mi caso,

y quedo esperando tu respuesta.

44 (5) No eres tú un Dios que se complace en lo malo;

los malvados no pueden vivir a tu lado,

55 (6) ni en tu presencia hay lugar para los orgullosos.

Tú odias a los malhechores,

66 (7) destruyes a los mentirosos y rechazas a los traidores y asesinos.[#5.6 (7) Cf. Sal 52.4-5 (6-7); 55.23 (24) .]

77 (8) En cambio yo, por tu gran amor,

puedo entrar en tu templo;

¡puedo adorarte con toda reverencia

mirando hacia tu santo templo!

88 (9) Señor, por causa de mis enemigos

guíame en tu justicia,

llévame por el buen camino.

99 (10) Ellos nunca hablan con sinceridad;

¡están corrompidos por dentro!

Sepulcro abierto es su garganta;

¡su lengua es mentirosa!

1010 (11) ¡Castígalos, Dios mío!

¡Haz que fracasen sus intrigas!

Recházalos por sus muchos pecados,

porque se han rebelado contra ti.

1111 (12) Alégrense los que buscan tu protección;

canten siempre de alegría

porque tú los proteges.

Los que te aman, se alegran por causa tuya,

1212 (13) pues tú, Señor, bendices al que es fiel;

tu bondad lo rodea como un escudo.

Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Published by: United Bible Societies