Salmos 53

Salmos 53

Necedad y corrupción del hombre

1Dijo el necio en su corazón:

“No hay Dios”.

Se han corrompido

y han hecho abominable maldad.

No hay quien haga el bien.

2Dios miró desde los cielos

sobre los hijos del hombre

para ver si había algún sensato

que buscara a Dios.

3Pero cada uno se había descarriado;

a una se habían corrompido.

No había quien hiciera el bien;

no había ni siquiera uno.

4¿Acaso los que obran iniquidad no saben que comen a mi pueblo como si fuera pan,

y que a Dios no invocan?

5Allí donde no hubo nada que temer, temieron grandemente;

porque Dios esparció los huesos de los blasfemos.

Los avergonzaste, porque Dios los rechazó.

6¡Quién hiciera que de Sion viniese la salvación de Israel!

Cuando Dios restaure de la cautividad a su pueblo

se gozará Jacob; se alegrará Israel.

Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano
Published by: Editorial Mundo Hispano