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1Vi cuando el Cordero rompió el primero de los siete sellos y oí a uno de los cuatro seres vivientes que decía con voz de trueno: “¡Ven!”.
2Miré y apareció un caballo blanco; el jinete llevaba un arco; y le fue dada una corona y salió venciendo, para vencer.[#(idon), verbo, voz activa, modo indicativo, tiempo aoristo, primera persona, singular, traduce: miré. Viene del verbo (joráo). La palabra griega da a entender que Juan veía no en forma literal sino ver en el sentido de vivir, experimentar la historia, comprensión que le permite hacer una reflexión histórica, política y social. Con el primer jinete que ve, Juan expone los poderes políticos totalitarios que deberían cumplir su objetivo de ser buenos (color blanco representaría la bondad), promover una política que busca el bien común y evitar que haya una anarquía. El jinete tiene un arco de guerra, una corona y salió para vencer. Este misterioso jinete del caballo blanco ha sido tema de gran discusión entre los exégetas, la figura y las opiniones deben ser analizados con mucha atención para acercarnos a un adecuado significado de ese símbolo. Entre las interpretaciones que se han hecho sobre el jinete del caballo blanco existen varias opciones, una de ellas es que el jinete sería Jesucristo. Esta idea viene de la relación que se hace del jinete de este versículo y la figura que se describe en Ap. 19:11-21, en este pasaje el autor se refiere a Cristo. Otra opinión dice que el jinete se refiere al de Cristo, es la victoria de la expansión del cristianismo a pesar de la persecución imperial, idea relacionada con el símbolo del color blanco y la descripción al final: “él salió para vencer”.; #(híppos), sustantivo masculino, segunda declinación, primera sección, caso nominativo singular, traduce: caballo. Sección en la que la figura del caballo será relevante. En el contexto bíblico, el caballo era un animal que confería poder y ostentación; porque para obtenerlo, debía ser importado (Ap. 18:13; 2 Cr. 1:14-17). En el libro de Apocalipsis se presenta como animal usado para la guerra. En el Imperio romano de la época había una atracción cultural muy popular, sobre todo para las personas que gustaban de las carreras hípicas, de ahí surge la práctica de la carrera de jinetes, actividad que llegó a ser incluida en las olimpiadas deportivas en el 624 a.C. Los hipódromos eran muy comunes para ese tiempo.]
3Cuando el Cordero rompió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: “¡Ven!”.
4Entonces salió otro caballo, este era de color rojo; y a su jinete le fue dado el poder de quitar la paz de la tierra y hacer que la gente se matara entre sí, y se le dio una gran espada.[#(purrós), adjetivo masculino, segunda declinación, primera sección, en caso nominativo singular, traduce: rojo como fuego. El color que caracteriza el segundo caballo es bermejo o rojo, color de fuego, que en la literatura apocalíptica apunta a guerra, destrucción y violencia en la historia de la humanidad. La guerra, es la base sobre la cual se levanta un determinado poder político, marcado por la violencia, iniquidad y opresión. De esta manera Juan, en su reflexión coherente, coloca a este caballo rojo después del caballo blanco; en estos dos símbolos se unen los poderes políticos que reflejan una falsa paz, pero en realidad traen guerra y destrucción.; #(májaira), sustantivo femenino, primera declinación, primera sección, en caso nominativo, singular, que traduce: la espada. No solo es la entrega de esta arma al jinete del caballo rojo sino el uso que debía darle. El texto lo dice, para afectar la historia, en primer lugar, es quitar la paz de la tierra, y segundo, trastornar las relaciones de la humanidad, ponerlos unos contra otros, resultando en grandes matanzas.]
5Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí al tercero de los seres vivientes que decía: “¡Ven!”. Miré y apareció un caballo negro; y su jinete tenía una balanza en la mano.[#(mélas), adjetivo, caso nominativo, masculino singular, traduce: negro. El color negro en la literatura apocalíptica alude a la idea de oscuridad y noche (Ap. 6:12 y 8:12), en otros pasajes bíblicos transmite la misma idea (Jer. 4:28 y 8:21; Ap. 6:12), aunque también se asocia con el tema de luto y muerte.; #(zugón), sustantivo neutro, segunda declinación, segunda sección, en caso acusativo, singular, traduce: la balanza. El jinete con la balanza es una figura que se describe con menos características. Menciona el autor que el jinete carga una balanza, la misma sería la representación de la crisis económica que el pueblo estaba experimentando. La reflexión del vidente sobre la opresión, la pobreza, el hambre, el hecho de que se venda el trigo por peso es señal de que había escasez, porque lo común era que el trigo se vendiera en grandes cantidades.]
6Y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes que decía: “Un kilogramo de trigo o tres kilogramos de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino”.[#El denario equivalía al salario de un día.]
7Cuando el Cordero rompió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: ¡Ven!
8Miré y apareció un caballo con un color como de cadáver; su jinete se llamaba Muerte y el Hades lo seguía de cerca. Y se les otorgó autoridad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar por medio de la espada, del hambre, de pestes y de las fieras de la tierra.[#Con respecto al color de este caballo hay desacuerdos en la traducción de la palabra griega; se usa (chlorós/jloros), adjetivo, masculino, en caso nominativo, singular, traduce: color de cadáver; traducido también como verde o verdoso. El Nuevo Testamento, por ejemplo, en Mr. 6:39 cuando menciona el sustantivo lo aplica para indicar el color de la vegetación, algunas versiones bíblicas traducen el sustantivo como color amarillo o amarillento. La palabra griega en la literatura extra bíblica, era un término antiguo, un adjetivo común del vocabulario médico, se usaba para referirse al enfermo que estaba muriendo o al color que adquiría el cadáver en proceso de descomposición, por eso se usa la traducción “color de cadáver”.; #(Hades) sustantivo masculino, primera declinación, quinta sección, caso nominativo singular, traduce: lugar de los muertos. La perspectiva de Hades nació en la mitología griega, es el nombre del dios del inframundo y también indicaba el lugar de los muertos. Hades era uno de los hijos del dios Cronos, Zeus era su hermano mayor. Cronos tuvo seis hijos, considerados dioses: tres diosas Hestia, Deméter y Hera, y los tres dioses Poseidón, Hades y Zeus. La mitología griega enseña que hubo una guerra entre los tres hijos de Cronos contra los titanes; ganaron los hijos de Cronos y como premio se repartieron el dominio del universo.; #Hace referencia a Ez. 5:17.]
9Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio.[#(marturían), sustantivo femenino, primera declinación, primera sección, en caso acusativo, singular, traduce: al testimonio con la propia vida. El nominativo (marturía) significa testimonio, testificar con la propia vida, incluso derramar sangre si es necesario. El profeta describe una escena dramática y conmovedora, el derramamiento de sangre inocente, las víctimas afectadas por los poderes opresivos. Víctimas que están delante del altar clamando por justicia al Cordero que tiene el poder de abrir el libro. Este sello resalta una teología trascendental, plantea una teología del martirio, es decir, los seguidores y creyentes del Cordero perseguidos y que murieron como consecuencia de la injusticia social y económica generada por los poderes políticos, viven la misma muerte del Cordero y ellos al igual que su maestro, son corderos sacrificados.]
10Con gran voz clamaban: “¿Hasta cuándo, soberano Señor, santo y verdadero, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra sangre?”
11Entonces cada uno de ellos recibió vestiduras blancas y se les dijo que esperaran un poco más, hasta que se completara el número de sus compañeros y hermanos que iban a sufrir el martirio como ellos.
12Vi que el Cordero rompió el sexto sello, y entonces se produjo un gran terremoto; el sol se oscureció como si se hubiera vestido de luto, la luna entera se tornó roja como la sangre;[#(seismós), sustantivo masculino de la segunda declinación, primera sección, en caso nominativo singular, traduce: terremoto. Este evento natural, el terremoto, quizás sea uno de los temas centrales en este sexto sello. El fenómeno cósmico siempre tuvo gran relevancia en las Escrituras Sagradas, las revelaciones divinas siempre van acompañadas por este evento como lo expresan las siguientes citas: Ex. 19:18; Is. 6:4; 1 R. 19:11 entre otras. Los terremotos son mencionados como símbolo de la presencia de Dios (Sal. 68:8), y para reflejar el poderío de la creación divina (Job 9:6), así que, en las descripciones bíblicas es frecuente la mención de que la tierra tiembla frente a la victoria de Dios y su juicio.; #El versículo 12 presenta un abundante lenguaje simbólico, característica del género apocalíptico, los aspectos de la cosmología, fenómenos naturales y catástrofes cósmicas. Juan no plantea algo novedoso, más bien retoma el lenguaje simbólico conocido por los lectores del género, ellos entiendían claramente el mensaje. La literatura apocalíptica era popular entre los primeros cristianos, el autor retoma este recurso literario y le imprime su particularidad y novedad Cristocéntrica.]
13y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como caen los higos verdes de la higuera sacudida por el vendaval;
14el cielo desapareció como un pergamino que se enrolla y todas las montañas e islas se movieron de su lugar.
15Los reyes de la tierra, los magnates, los jefes, los ricos, los poderosos y todos los demás, esclavos y libres, se escondieron en las cuevas y entre las rocas de las montañas;
16todos gritaban a las montañas y a las rocas clamando: “¡Caigan sobre nosotros y escóndannos del rostro del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero!”
17¡Pues ha llegado el gran día de la ira del Señor y del Cordero! ¿Quién podrá mantenerse en pie?[#El relato del sexto sello hace referencia al Gran Día del Señor. Frase que tenía una connotación de juicio, y según el Antiguo Testamento, en especial en la literatura profética, “el día”, está anunciando el juicio de Dios. “El gran día de la ira del Señor” se menciona en Am. 8:9; Jl. 2:10; Sof. 1:15; Is. 13:10; 34:1-4. El Día del Señor no es un acontecimiento único, el Antiguo Testamento indica que sucedió algunas veces.]