Salmos 62

Salmos 62

Con Dios, jamás seré derrotado

SALMO 62 (61)

1-21-2 (2-3) Solo Dios me da tranquilidad,

solo él puede salvarme;

solo él me da su protección,

¡jamás seré derrotado!

33 (4) Ustedes, todos ustedes,

¡ya dejen de atacarme

y de querer acabar conmigo!

¡Hasta parezco una pared inclinada,

una cerca a punto de caerse!

44 (5) Ustedes solo piensan humillarme.

Les encanta decir mentiras:

de labios para afuera

me expresan buenos deseos,

pero en su pensamiento

me desean las peores cosas.

55 (6) Solo Dios me da tranquilidad;

solo él me da confianza.

66 (7) Solo él me da su protección,

solo él puede salvarme;

¡jamás seré derrotado!

77 (8) Dios es mi salvador;

Dios es mi motivo de orgullo;

me protege y me llena de fuerza.

¡Dios es mi refugio!

88 (9) Pueblo mío,

¡confía siempre en Dios!

Cuando vayas a su templo,

cuéntale todos tus problemas.

¡Dios es nuestro refugio!

99 (10) No hay un solo hombre

que valga más que un suspiro;

todos son pura ilusión.

Si los pesaran en una balanza,

¡ni juntos pesarían gran cosa!

1010 (11) No pongan su confianza

en el dinero mal ganado;

no se hagan ilusiones

con el fruto de sus robos.

¡No vivan solo para hacerse ricos!

1111 (12) Dios ha dicho muchas veces:

«Soy un Dios poderoso,

1212 (13) pero también, un Dios de amor.»

Dios mío,

tú nos das a cada uno

lo que merecen nuestros hechos.

Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Published by: United Bible Societies