Sabiduría 10

Sabiduría 10

La sabiduría en la historia

1La sabiduría protegió a Adán,

el primer hombre

y padre de todos nosotros.

Cuando no había nadie más que Adán,

ella lo rescató del pecado

que había cometido,

2y le dio poder sobre todo lo creado.

3Caín, en cambio,

rechazó la sabiduría,

y lleno de odio y de rabia,

mató a su hermano Abel;

así Caín provocó su propia muerte.

4Por su culpa,

el agua inundó la tierra,

pero la sabiduría volvió a salvarla:

hizo que Noé, un hombre bueno,

flotara sobre las aguas

en un simple cajón de madera.

5Tiempo después,

las naciones se unieron para hacer el mal,

y Dios las llenó de confusión.

Pero la sabiduría eligió al justo Abraham,

y lo llenó de valor para ser bueno

y obediente a Dios.

Fue también ella

quien le dio fortaleza a Abraham

cuando Dios le pidió

sacrificar a Isaac, su hijo amado.

6Cuando el incendio destruyó

las cinco ciudades malvadas,

la sabiduría salvó a Lot,

que era un hombre justo.

7Como resultado de aquella maldad,

esa tierra se volvió un desierto;

las plantas ya no dan fruto,

y allí puede verse una estatua de sal

que recuerda a la esposa de Lot,

la mujer que no confió en Dios.

8Así, los necios habitantes de esas ciudades

no solo fueron incapaces de conocer el bien,

sino que dejaron un recuerdo de su locura,

para que nadie se olvidara

de su terrible maldad.

9La sabiduría libró a sus servidores:

10llevó a Jacob por un camino seguro,

cuando huía de su hermano Esaú.

Le mostró el reino de Dios

y le dio a conocer grandes cosas.

Además, lo hizo prosperar

en todos sus trabajos.

11Defendió a Jacob de sus enemigos,

y le dio muchas riquezas.

12Cuando Jacob luchó con Dios,

la sabiduría le enseñó

que no hay nada más poderoso que la oración.

13La sabiduría no abandonó a José,

el hombre bueno,

sino que lo libró de la maldad

cuando sus hermanos lo vendieron.

14Lo acompañó cuando estuvo preso

y lo sacó de la cárcel.

Lo puso como gobernante de Egipto

y le dio dominio sobre sus enemigos.

Demostró que sus acusadores mentían

y, por eso, lo hizo famoso para siempre.

15La sabiduría liberó al pueblo de Dios.

Lo libró de quienes lo habían esclavizado.

16La sabiduría acompañó a Moisés,

ayudante de Dios.

Por eso,

Moisés pudo vencer a reyes malvados

con milagros y con el poder de Dios.

17La sabiduría premió al pueblo de Dios

por los muchos sufrimientos en Egipto.

Llevó al pueblo por un camino maravilloso.

Durante el día lo protegía con su sombra,

y de noche lo alumbraba con una gran luz.

18La sabiduría hizo que el pueblo

cruzara a pie por el Mar de los Juncos,

y lo guió a través del mar profundo.

19A los enemigos del pueblo,

la sabiduría los hundió en el mar,

y sus cuerpos quedaron tendidos en la orilla.

20Así defendiste, Dios mío, a tu pueblo,

y les entregaste las riquezas

de esos pueblos malvados.

En gratitud, todo tu pueblo se puso a alabarte,

y a darte gracias por haberlo defendido.

21La sabiduría soltó la lengua de los mudos

y enseñó a hablar a los niños pequeños.

Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Published by: United Bible Societies