ISAÍAS 52

1¡Despierta, Sión,[#52,1-3: El tono de este breve poema es radicalmente distinto al precedente; rezuma entusiasmo y exclusivismo, recortando los rasgos universalistas que se observan en otras secciones (ver 51,5).]

despierta y revístete de poder!

Ponte tu traje de gala,

Jerusalén, ciudad santa;

que ya no entrarán en ti

incircuncisos e impuros.

2¡Sacúdete el polvo y ponte en pie,

Jerusalén cautiva!

Suelta las correas de tu cuello,

Sión, capital cautiva,

3pues así dice el Señor:

Si por nada fueron vendidos,

sin rescate serán liberados.

Egipto, Asiria y Babilonia

4Porque así dice el Señor Dios:

Al principio mi pueblo bajó a Egipto, para habitar allí como forastero, y después Asiria lo oprimió sin motivo.

5Y ahora —oráculo del Señor Dios—, ¿qué tengo que ver yo en esto: en que se lleven a mi pueblo por nada? Sus dirigentes lanzan gritos de protesta —oráculo del Señor— y continuamente, a diario, ultrajan mi nombre.[#52,5: Pueden ser los jefes del pueblo de Israel en Babilonia, que desde su situación desesperada protestan a diario contra el Señor.; #Rm 2,24.]

6Por eso mi pueblo reconocerá mi nombre aquel día, sabrá que soy yo el que afirma: “Aquí estoy”.

Pregón de victoria y salida de Babilonia

7¡Qué grato es oír por los montes

los pies del que trae buenas nuevas,

que proclama la paz y el bienestar,

que lanza el pregón de la victoria,

que dice a Sión: “Tu Dios es rey”!

8Tus vigías lo proclaman a gritos,[#52,8: Nótense las numerosas afinidades de este pasaje con el comienzo del Segundo Isaías (ver 40,1-11).]

lanzan vítores a coro,

pues ven con sus propios ojos

que el Señor vuelve a Sión.

9Canten a coro, ruinas de Jerusalén,

que el Señor se compadece de su pueblo,

que ha rescatado a Jerusalén.

10El Señor muestra su poder[#52,10: Lit.]

a la vista de todas las naciones,

y verán los confines de la tierra

la victoria que trae nuestro Dios.

11¡Salgan de Babilonia, salgan!

No toquen lo que es impuro;

salgan de ella ya purificados,

llevando sólo el ajuar del Señor.

12No saldrán a toda prisa,

no escaparán en desbandada,

pues el Señor irá a la cabeza,

y en retaguardia el Dios de Israel.

Cuarto canto del Siervo

13Verán a mi siervo triunfar,

exaltado, sumamente enaltecido.

14Así como muchos se espantaban de él

al verlo tan desfigurado,

sin aspecto de persona,

con una figura sin rasgos humanos,

15así asombrará a pueblos numerosos.

Los reyes, ante él, cerrarán la boca,

al ver lo que nadie les contó,

al descubrir lo que no habían oído.

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain