LUCAS 1

1Muchos son los que han intentado escribir una historia coherente de los hechos que acaecieron entre nosotros,

2tal y como nos los transmitieron quienes desde el principio fueron testigos presenciales y encargados de anunciar el mensaje.[#Jn 15,27; Hch 1,8.22; 2,32.]

3Pues bien, muy ilustre Teófilo, después de investigar a fondo y desde sus orígenes todo lo sucedido, también a mí me ha parecido conveniente ponértelo por escrito ordenadamente,[#1,3: Este personaje, cuyo nombre significa “amigo de Dios”, aparece sólo aquí y en Hch 1,1 en todo el NT. Lucas le dedica las dos partes de su obra y probablemente actuó como mecenas de estos escritos.; #Hch 1,1.]

4para que puedas reconocer la autenticidad de la enseñanza que has recibido.

I.— RELATOS DE LA INFANCIA (1,5—2,52)

Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista

5Durante el reinado de Herodes en Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, que pertenecía al grupo sacerdotal de Abías. La esposa de Zacarías, llamada Isabel, pertenecía también a la descendencia de Aarón.[#1,5: Se trata de Herodes el Grande (ver nota a Mt 2,1 y VOCABULARIO BÍBLICO) que en relidad fue rey de toda Palestina durante 33 años.— Según 1 Cr 24,4-19 la clase sacerdotal israelita estaba dividida en veinticuatro grupos para ejercer por turno las funciones sagradas en el Templo; el octavo grupo o turno era el de Abías.— hermano de Moisés, elegido junto con sus hijos y sus descendientes para ejercer el sacerdocio en Israel (Ex 28; Nm 17,16-23). Únicamente sus descendientes constituían la familia sacerdotal israelita.]

6Ambos esposos eran rectos delante de Dios, intachables en el cumplimiento de todos los mandatos y disposiciones del Señor.[#Gn 18,11-12; Jue 13,2-3; 1 Sm 1,1.6.]

7Eran los dos de edad muy avanzada y no tenían hijos, porque Isabel era estéril.

8Estando un día Zacarías ejerciendo el servicio sagrado conforme al orden establecido,

9le tocó en suerte, según costumbre sacerdotal, entrar en el Templo a ofrecer el incienso.[#1,9: Cada uno de los veinticuatro turnos sacerdotales arriba mencionados oficiaba dos veces al año durante una semana. Como el número de sacerdotes de cada turno era elevadísimo, tenían que sortear cada día a quién le correspondía ofrecer el incienso. Por término medio, sólo una o dos veces le correspondía este honor a un mismo sacerdote a lo largo de su vida.; #Ex 30,7.]

10Mientras ofrecía el incienso, una gran multitud de fieles permanecía fuera en oración.

11En esto, un ángel del Señor se le apareció a la derecha del altar del incienso.[#1,11: Ver nota a Mt 1,20.; #Ex 30,1-10; 37,25-29; 1 Re 6,21.]

12Zacarías, al verlo, se echó a temblar, lleno de miedo.

13Pero el ángel le dijo:

— No tengas miedo, Zacarías. Dios ha escuchado tu oración, y tu mujer Isabel te dará un hijo, al que llamarás Juan.

14Tendrás una gran alegría y serán muchos los que también se alegrarán de su nacimiento,

15porque será grande delante del Señor. No beberá vino ni otra bebida alcohólica cualquiera; estará lleno del Espíritu Santo aun antes de nacer[#1,15: Clara alusión al voto del “nazareato” que comportaba una serie de ritos y renuncias (ver Nm 6,1-5; Jue 13,4.7-14; Hch 18,18; 21,23-37).; #1,35.41-44.67; 2,25.27; 3,16.22; 4,1.14.18; 10,21; 11,13; 12,12; Jue 13,5; 16,17; Is 49,1.5; Hch 1,5.8.16; 2,4.33; 4,8; 6,3; etc.; Ga 1,15.]

16y hará que muchos israelitas vuelvan de nuevo al Señor su Dios.

17Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, hará que los padres se reconcilien con los hijos y que los rebeldes recuperen la sensatez de los rectos, preparando así al Señor un pueblo bien dispuesto.[#Ml 3,23-24; Eclo 48,10; Mt 11,14; 17,10-13.]

18Zacarías dijo al ángel:

— Pero ¿cómo podré estar seguro de eso? Yo ya soy viejo y mi mujer tiene también muchos años.

19El ángel le contestó:

— Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios. Él me envió a hablar contigo y comunicarte esta buena noticia.

20Cuanto te he dicho se cumplirá en su momento oportuno; pero como no has dado crédito a mis palabras, vas a quedarte mudo y no volverás a hablar hasta el día en que tenga lugar todo esto.

21Mientras tanto, la gente que esperaba a Zacarías estaba extrañada de que permaneciera tanto tiempo en el Templo.

22Cuando por fin salió, al ver que no podía hablar, comprendieron que había tenido una visión en el Templo. Había quedado mudo y sólo podía expresarse por señas.

23Una vez cumplido el tiempo de su servicio sacerdotal, Zacarías volvió a su casa.

24Pasados unos días, Isabel, su esposa, quedó embarazada y permaneció cinco meses sin salir de casa, pues decía:

25“Al hacer esto conmigo, el Señor ha querido librarme de la vergüenza ante los demás”.[#1,25: La esterilidad era considerada por los israelitas como una maldición de Dios pues, entre otras cosas, truncaba la esperanza de ser ascendiente directo del futuro Mesías (ver Gn 30,23; 1 Sm 1,4-16 y también, aunque a otro nivel, Is 54,4).]

Anuncio del nacimiento de Jesús

26Al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a Nazaret, un pueblo de Galilea,[#1,26: Ver nota a Mt 2,23.]

27a visitar a una joven virgen llamada María, que estaba prometida en matrimonio a José, un varón descendiente del rey David.[#1,27: Ver nota a Mt 1,18.; #Is 7,14; Mt 1,18-21.]

28El ángel entró en el lugar donde estaba María y le dijo:

— Alégrate, favorecida de Dios. El Señor está contigo.

29María se quedó perpleja al oír estas palabras, preguntándose qué significaba aquel saludo.

30Pero el ángel le dijo:

— No tengas miedo, María, pues Dios te ha concedido su gracia.

31Vas a quedar embarazada, y darás a luz un hijo, al cual pondrás por nombre Jesús.[#1,31: Ver nota a Mt 1,21.]

32Un hijo que será grande, será Hijo del Altísimo. Dios, el Señor, le entregará el trono de su antepasado David,[#8,28; 2 Sm 7,13-16; Is 9,6; Dn 7,14; Sal 2,7; Mt 1,1; Mc 5,7.]

33reinará eternamente sobre la casa de Jacob y su reinado no tendrá fin.[#1,33: Es decir, el pueblo de Israel.]

34María replicó al ángel:

— Yo no tengo relaciones conyugales con nadie; ¿cómo, pues, podrá sucederme esto?

35El ángel le contestó:

— El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Dios Altísimo te envolverá. Por eso, el niño que ha de nacer será santo, será Hijo de Dios.

36Mira, si no, a Isabel, tu parienta: también ella va a tener un hijo en su ancianidad; la que consideraban estéril, está ya de seis meses,

37porque para Dios no hay nada imposible .[#Gn 18,14.]

38María dijo:

— Yo soy la esclava del Señor. Que él haga conmigo como dices.

Entonces el ángel la dejó y se fue.

María visita a Isabel

39Por aquellos mismos días María se puso en camino y, a toda prisa, se dirigió a un pueblo de la región montañosa de Judá.

40Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

41Y sucedió que, al oír Isabel el saludo de María, el niño que llevaba en su vientre saltó de alegría. Isabel quedó llena del Espíritu Santo,[#1,15.]

42y exclamó con gritos alborozados:

— ¡Dios te ha bendecido más que a ninguna otra mujer, y ha bendecido también al hijo que está en tu vientre!

43Pero ¿cómo se me concede que la madre de mi Señor venga a visitarme?

44Porque, apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre.

45¡Feliz tú, porque has creído que el Señor cumplirá las promesas que te ha hecho![#1,45: También puede traducirse así:; #Jn 20,29.]

María alaba al Señor

46Entonces dijo María:

— Todo mi ser ensalza al Señor.

47Mi corazón está lleno de alegría

a causa de Dios, mi Salvador,

48porque ha puesto sus ojos en mí

que soy su humilde esclava.

De ahora en adelante

todos me llamarán feliz,

49pues ha hecho maravillas conmigo

aquel que es todopoderoso,

aquel cuyo nombre es santo

50y que siempre tiene misericordia

de aquellos que le honran.

51Con la fuerza de su brazo

destruyó los planes de los soberbios.

52Derribó a los poderosos de sus tronos

y encumbró a los humildes.

53Llenó de bienes a los hambrientos

y despidió a los ricos con las manos vacías.

54Se desveló por el pueblo de Israel, su siervo,

acordándose de mostrar misericordia,

55conforme a la promesa de valor eterno

que hizo a nuestros antepasados,

a Abrahán y a todos sus descendientes.

56María se quedó unos tres meses con Isabel, y luego regresó a su casa.

Nacimiento de Juan

57Cuando se cumplió el tiempo de dar a luz, Isabel tuvo un hijo.

58Sus vecinos y parientes se enteraron de este gran don que el Señor, en su misericordia, le había concedido, y acudieron a felicitarla.

59A los ocho días del nacimiento llevaron a circuncidar al niño. Todos querían que se llamase Zacarías como su padre;[#1,59: La ley de Moisés prescribía que todo varón israelita debía ser circuncidado a los ocho días de nacer (Lv 12,3). La circuncisión constituía la señal por excelencia de la alianza de Dios con el pueblo de Israel (Gn 17,9-14).; #(ver 2,21); Flp 3,5.]

60pero la madre dijo:

— No, su nombre ha de ser Juan.

61Ellos, entonces, le hicieron notar:

— Nadie se llama así en tu familia.

62Así que se dirigieron al padre y le preguntaron por señas qué nombre quería poner al niño.

63Zacarías pidió una tablilla de escribir y puso en ella: “Su nombre es Juan”, con lo que todos se quedaron asombrados.

64En aquel mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios,

65de modo que los vecinos que estaban viendo lo que pasaba se llenaron de temor. Todos estos acontecimientos se divulgaron por toda la región montañosa de Judea.

66Y cuantos oían hablar de lo sucedido, se quedaban muy pensativos y se preguntaban: “¿Qué va a ser este niño?”. Porque era evidente que el Señor estaba con él.

La profecía de Zacarías

67Zacarías, el padre de Juan, quedó lleno del Espíritu Santo y habló proféticamente diciendo:[#1,67: Este himno, que el evangelista pone en boca del sacerdote Zacarías como profecía inspirada por Dios, evoca la actividad de profetas clásicos como Jeremías y Ezequiel, que fueron también sacerdotes. Contiene igualmente abundantes resonancias del AT.]

68¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,

que ha venido a auxiliar

y a dar la libertad a su pueblo!

69Nos ha suscitado un poderoso salvador[#1,69: Lit. En la cultura semita, el simboliza la fuerza y el poder (ver 1 Sm 2,10; Sal 18,2; 89,25).]

de entre los descendientes de su siervo David.

70Esto es lo que había prometido desde antiguo

por medio de sus santos profetas:

71que nos salvaría de nuestros enemigos

y del poder de los que nos odian,

72mostrando así su compasión

con nuestros antepasados

y acordándose de cumplir su santa alianza.

73Y este es el firme juramento

que hizo a nuestro padre Abrahán:

74que nos libraría de nuestros enemigos,

para que, sin temor alguno, le sirvamos

75santa y rectamente en su presencia[#1,75: Otra traducción sería: , en la que la palabra “justicia” traduce el término griego de significado muy rico y complejo en toda la Biblia y particularmente en el NT. Ver notas a Mt 3,15; Rm 1,16 y Ef 4,24.]

a lo largo de toda nuestra vida.

76En cuanto a ti, hijo mío,

serás profeta del Dios Altísimo,

porque irás delante del Señor

para preparar su venida

77y anunciar a su pueblo la salvación

mediante el perdón de los pecados.

78Y es que la misericordia entrañable de nuestro Dios,

nos trae de lo alto un nuevo amanecer

79para llenar de luz a los que viven

en oscuridad y sombra de muerte,

para guiar nuestros pasos por caminos de paz.

80El niño creció y su espíritu se fortaleció. Y estuvo viviendo en lugares desiertos hasta el día en que se presentó ante el pueblo de Israel.[#3,2.]

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain