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1Sansón bajó un día al pueblo de Timná y se fijó en una mujer filistea,[#14.1 población situada en las cercanías de Bet-semes, en la frontera entre Judá y Dan (Jos 15.10). Como se encontraba en las pendientes que conducían a la sefelá o terrenos bajos (véase Jos 9.1 nota), se dice que Sansón bajó hasta allí. En esa época, la ciudad estaba en poder de los filisteos. Cf. 2 Cr 28.18.]
2y cuando regresó a casa se lo contó a sus padres. Les dijo:
—Por favor, quiero que hagan todos los arreglos para casarme con una mujer filistea que vi en Timná.
3Pero sus padres le dijeron:
—¿Para qué tienes que ir a buscar esposa entre esos filisteos paganos? ¿Acaso ya no hay mujeres entre nuestros parientes, o entre todos los israelitas?
Sansón respondió:
—Esa muchacha es la que me gusta, y es la que quiero que me consigan como esposa.
4Sus padres no sabían que era el Señor quien había dispuesto que todo esto fuera así, pues estaba buscando la ocasión de atacar a los filisteos, que en esa época dominaban a Israel.[#14.4 Este comentario muestra que Dios puede valerse de cualquier medio para llevar a cabo sus designios (cf. 2 S 17.14).]
5De modo que Sansón y sus padres fueron a Timná. Cuando Sansón llegó a los viñedos de la ciudad, un león joven lo atacó rugiendo.
6Entonces el espíritu del Señor se apoderó de Sansón, que a mano limpia hizo pedazos al león, como si fuera un cabrito; pero no les contó a sus padres lo sucedido.
7Luego fue y habló con la muchacha que le había gustado.
8Unos días después, cuando Sansón volvió para casarse con la muchacha, se apartó del camino para ir a ver el león muerto, y se encontró con que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas y un panal de miel.
9Raspó el panal con las manos para sacar la miel, y se la fue comiendo. Cuando se encontró con sus padres, les dio miel y comieron, pero no les dijo que la había sacado del león muerto.[#14.9 Aunque estaba consagrado por el voto de los nazareos, Sansón no tiene escrúpulos en comer un alimento que había estado en contacto con un cadáver y que, por lo tanto, era considerado impuro. Véanse Jue 13.13-14 n. e Impureza, impuro en el Índice temático; cf. Lv 5.2; 11.8,24-28,35-36,39-40.]
10El padre de Sansón fue a ver a la muchacha; y Sansón dio allí una fiesta, según se acostumbraba entre los jóvenes.
11Pero como los filisteos le tenían miedo, llevaron treinta amigos para que estuvieran con él.[#14.11 según la versión griega (LXX). Heb. cuando lo vieron .; #14.11 En las bodas del antiguo Israel existía la costumbre de designar a algunos jóvenes para que acompañaran y asistieran al recién casado. Aquí el número era tan elevado porque los filisteos desconfiaban de este extranjero.]
12A estos treinta, Sansón les dijo:
—Les voy a decir una adivinanza. Si en los siete días que va a durar la fiesta me dan la respuesta correcta, yo le daré a cada uno de ustedes una capa de lino fino y una muda de ropa de fiesta.
13Pero si no dan con la respuesta, cada uno de ustedes me tendrá que dar a mí una capa de lino fino y una muda de ropa de fiesta.
Y ellos le contestaron:
—Dinos, pues, tu adivinanza. Somos todo oídos.
14Sansón recitó su adivinanza:
«Del que comía salió comida;
del que era fuerte salió dulzura.»
Tres días después, ellos no habían logrado resolver la adivinanza;
15así que al cuarto día le dijeron a la mujer de Sansón:[#14.15 según la versión griega (LXX). Heb. al séptimo día .]
—Procura que tu marido nos dé la solución de su adivinanza, pues de lo contrario te quemaremos a ti y a la familia de tu padre. ¡Parece que ustedes nos invitaron solo para quitarnos lo que es nuestro!
16Entonces ella fue a ver a Sansón, y llorando le dijo:
—¡Tú no me quieres! ¡Tú me odias! Les has propuesto una adivinanza a mis paisanos, pero a mí no me has dado a conocer la respuesta.
Y Sansón le contestó:
—Si ni a mi padre ni a mi madre se lo he dicho, mucho menos te lo voy a decir a ti.
17Pero ella siguió llorando junto a él los siete días que duró la fiesta, y tanto le insistió que, por fin, al séptimo día le dio la respuesta. Entonces ella fue y se la dio a conocer a sus paisanos.
18Al séptimo día, antes de que el sol se pusiera, los filisteos fueron a decirle a Sansón:
«Nada hay más dulce que la miel,
ni nada más fuerte que el león.»
Sansón les respondió:
«Solo porque araron con mi ternera,
pudieron dar con la respuesta.»
19En seguida el espíritu del Señor se apoderó de Sansón; entonces Sansón fue a Ascalón y mató a treinta hombres de aquel lugar, y con la ropa que les quitó pagó la apuesta a los que habían resuelto la adivinanza. Después volvió furioso a casa de su padre,[#14.19 una de las cinco ciudades filisteas, situada a 20 km. al nordeste de Gaza y a unos 40 km. al sur de Timnat. Véase Índice de mapas .]
20y su mujer fue dada a uno de los amigos de Sansón.