Salmos 144

Salmos 144

Dios es mi protector

SALMO 144 (143)

11 (1b) ¡Bendito seas,

mi Dios y protector!

¡Tú me enseñas a luchar

y a defenderme!

2¡Tú me amas y me cuidas!

Eres mi escondite más alto,

el escudo que me protege,

¡el Dios que me permite reinar

sobre mi propio pueblo!

3Dios mío,

¿qué somos nosotros

para que nos tomes en cuenta?

¿Qué somos los humanos

para que nos prestes atención?

4Somos como las ilusiones;

¡desaparecemos como las sombras!

5Dios mío,

baja del cielo,

toca los cerros con tu dedo

y hazlos echar humo.

6Lanza tus relámpagos,

y pon al enemigo en retirada.

7¡Tiéndeme la mano desde lo alto

y sálvame de las muchas aguas!

¡No me dejes caer en manos

de gente malvada de otros pueblos!

8Esa gente abre la boca

y dice mentiras;

levanta la mano derecha

y hace juramentos falsos.

9Dios mío,

voy a cantarte un nuevo canto;

voy a cantarte himnos

al son de música de arpas.

10A los reyes les das la victoria,

y al rey David lo libras

de morir a filo de espada.

11¡Sálvame también!

¡Líbrame de caer en manos

de gente malvada de otros pueblos!

Esa gente abre la boca

y dice mentiras;

levanta la mano derecha

y hace juramentos falsos.

12Permite que nuestros hijos

crezcan en su juventud

fuertes y llenos de vida,

como plantas en un jardín.

Permite que nuestras hijas sean hermosas

como las columnas de un palacio.

13Haz que en nuestros graneros

haya abundancia de alimentos.

Haz que nuestros rebaños

aumenten en nuestros campos

hasta que sea imposible contarlos.

14Permite que nuestros bueyes

lleven carretas bien cargadas.

No dejes que nuestras murallas

vuelvan a ser derribadas,

ni que volvamos a ser llevados

fuera de nuestro país,

ni que en nuestras calles

vuelvan a oírse gritos de angustia.

15¡Tú bendices al pueblo

donde todo esto se cumple!

¡Tú bendices al pueblo

que te reconoce como su Dios!

Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Published by: United Bible Societies