Romanos 10

Romanos 10

Israel y el evangelio

1Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por los israelitas es que alcancen la salvación.

2En su favor puedo decir que tienen un gran deseo de servir a Dios; solo que ese deseo no está basado en el verdadero conocimiento.

3Pues no reconocen que es Dios quien hace justos a los hombres, y pretenden ser justos por sí mismos; y así no se han sometido a lo que Dios estableció para hacernos justos.[#Ro 9.31-32.]

4Porque la ley llega a su término con Cristo, y así todos por la fe pueden llegar a ser justos.[#10.4 Lit. el fin de la ley es Cristo. El sentido más probable es que Cristo pone término al régimen de la ley (cf. Ro 7.4-6; Gl 3.24). Algunos traducen: la ley tiene como finalidad a Cristo .]

5De la justicia basada en la ley, Moisés escribió esto: «La persona que cumpla la ley, vivirá por ella.»[#10.5 Lv 18.5; cf. también Gl 3.12.]

6Pero de la justicia basada en la fe, se dice: «No pienses: “¿Quién subirá al cielo?” —esto es, para hacer que Cristo baje—;

7o “¿Quién bajará al abismo?”» —esto es, para hacer que Cristo suba de entre los muertos.

8¿Qué es, pues, lo que dice?: «La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.» Esta palabra es el mensaje de fe que predicamos.[#Dt 30.12-14.]

9Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación.[#10.9 Fórmula primitiva de profesión de fe; véase Jn 20.28 n.; #Hch 16.31.]

10Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación.

11La Escritura dice: «El que confíe en él, no quedará defraudado.»[#Is 28.16.]

12No hay diferencia entre los judíos y los no judíos; pues el mismo Señor es Señor de todos, y da con abundancia a todos los que lo invocan.[#Gl 3.28; Col 3.11.]

13Porque esto es lo que dice: «Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación.»[#10.13 Jl 2.32 (3.5). En la versión griega (LXX) de dicho pasaje, el nombre divino Yahvé se traduce como Señor, nombre que aquí se aplica a Cristo.]

14Pero ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje?

15¿Y cómo van a anunciar el mensaje, si no son enviados? Como dice la Escritura: «¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!»[#10.15 Is 52.7; Nah 1.15 (2.1).]

16Pero no todos han aceptado el evangelio. Es como dice Isaías: «Señor, ¿quién ha creído al oír nuestro mensaje?»[#10.16 Is 53.1, citado también en Jn 12.38.]

17Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.

18Pero yo pregunto: ¿Será tal vez que no oyeron el mensaje? ¡Claro que lo oyeron! Porque la Escritura dice:

«La voz de ellos salió por toda la tierra,

y hasta los últimos rincones del mundo llegaron sus palabras.»

19Y vuelvo a preguntar: ¿Será que los de Israel no se han dado cuenta? En primer lugar, Moisés dice:

«Yo los pondré a ustedes celosos

de un pueblo que no es pueblo;

los haré enojar contra un pueblo

que no quiere entender.»

20Luego, Isaías se atreve a decir:

«Los que no me buscaban, me encontraron;

y me mostré a los que no preguntaban por mí.»

21Y al hablar de los israelitas, Isaías dice: «Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.»[#Is 65.2.]

Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Published by: United Bible Societies