Zacarías 12

Zacarías 12

La liberación de Jerusalén

1Este es un mensaje del Señor acerca de Israel. El Señor, que ha extendido el cielo, y ha puesto base a la tierra, y ha dado vida al hombre, afirma:[#12.1 se refiere aquí no sólo al reino del norte, sino a todo el pueblo de Dios (cf. 1 Cr 21.1; 2 Cr 29.24), es decir, a los judíos e israelitas que habían regresado del exilio.]

2«Yo hago de Jerusalén una copa de vino que emborrachará a todas las naciones vecinas. Cuando ellas pongan sitio a Jerusalén, también las otras ciudades de Judá serán atacadas.[#12.2 imagen común para designar la ira de Dios (Sal 75.8[9]; Is 51.17-23; Jer 25.15-29; Ez 23.31-34).]

3»En aquel día convertiré a Jerusalén en una piedra muy pesada para todas las naciones. Herirá a cualquiera de ellas que intente levantarla. Todas las naciones se juntarán en contra de Jerusalén,[#Is 8.14; 28.16.]

4pero entonces yo espantaré a todos los caballos y volveré locos a sus jinetes. Cuidaré de los descendientes de Judá, y dejaré ciegos a todos los caballos de las naciones.[#12.4 La locura, la ceguera y la confusión están incluidas, en Dt 28.28, entre las consecuencias de la infidelidad al Señor.]

5Al ver esto, los jefes de Judá dirán para sí: “El Señor todopoderoso es el Dios de los que viven en Jerusalén, y el que les da fuerzas.”

6»En aquel día haré que los jefes de Judá sean como un brasero encendido entre la leña, como un fuego entre manojos de espigas. Devorarán a derecha e izquierda a todas las naciones vecinas, mientras que los habitantes de Jerusalén vivirán otra vez en su ciudad.

7Pero primero yo, el Señor, salvaré a las familias de Judá, para que no crezca el prestigio de los descendientes de David y de los habitantes de Jerusalén por encima de los demás descendientes de Judá.

8Yo, el Señor, protegeré a los que viven en Jerusalén. Los más débiles de ellos serán tan fuertes como el rey David, y los descendientes de David serán como Dios, como el ángel del Señor, que va al frente de ellos.

9»En aquel día destruiré a cualquier nación que ataque a Jerusalén.

10Llenaré de espíritu de bondad y oración a los descendientes de David y a los habitantes de Jerusalén. Entonces mirarán al que traspasaron, y harán duelo y llorarán por él como por la muerte del hijo único o del hijo mayor.[#12.10 otra posible traducción Entonces mirarán hacia mí -es decir, hacia el Señor-, a quienes ellos traspasaron (o profanaron ).; #12.10 alusión a algún rey o profeta asesinado por el pueblo, aunque no hay información suficiente para identificarlo con precisión. Algunos lo relacionan con el pastor de 11.7-14; otros, con el siervo del Señor de Is 52.13—53.12; cf. Zac 13.3. El NT reconoce un significado mesiánico en este texto (Jn 19.37; Ap 1.7).]

11Se hará en Jerusalén un duelo tan grande como el duelo que se hace por el dios Hadad-rimón en la llanura de Meguido.[#12.11 dios fenicio de la vegetación (2 R 5.18). En su honor se celebraba anualmente un duelo ritual en la llanura de Meguido, situada en la parte central de Palestina (cf. Ez 8.14).; #12.11 Por su particular ubicación geográfica, en Meguido se libraron batallas memorables (Jue 5.19; 2 R 23.29-30). Véase también Ap 16.16 n.]

12Familia por familia, cada una por su lado, hará duelo en el país: los descendientes de David, y también sus mujeres; los descendientes de Natán, y también sus mujeres;[#2~S 5.14.]

13los descendientes de Leví, y también sus mujeres; los descendientes de Simí, y también sus mujeres;[#Nm 3.20-21.]

14y así todas las otras familias, cada una por su lado, y también sus mujeres.

Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Published by: United Bible Societies