LA SABIDVRIA. DE SALOMON. 11

CAPIT. XI.

1Ella encaminó las obras deellos por la mano del Sancto Propheta:

2Caminaron por desiertos inhabitables, y en lugares inacessibles puſieron tiendas.

3Resistieron à ſus enemigos, y vengaronſe de ſus aduersarios.

4Tuuieron sed, y inuocaronte, y fueles dada agua de vn alto peñasco, y de la piedra dura remedio de la sed.

5Porque con lo mismo conque fueron castigados ſus enemigos, estotros puestos en neceſsidad recibierõn beneficio.

6Porque à la verdad en lugar de la fuẽte del perennal rio turuio con la podrida sangre embiada en castigo del matador de los niños, à ellos les diſte agua en abundancia donde no la eſperauan:

7Mostrando por la sed que entonces ouieron, deque manera auias castigado ſus aduersarios.

8Porque quando ellos fueron tentados, aunque castigados con misericordia, conocieron deque manera los impios juzgados con yra fueron atormentados.

9Porque à estos prouaste enseñandolos como Padre, mas à los otros, como seuero Rey, condennandolos los pusiste en tormento.

10Y aun los absentes tambien como los presentes eran atormentados de vna misma manera.

11Porque dos fatigas los tomauan juntamente gemido delo presente, y memoria delo paſſado.

12Porque quãdo en ſus proprios tormẽtos oyan hazerse beneficios à los otros, sentian àl Señor.

13Y àl que en otro tiempo escarnecierõ en la cruel exposicion de los niños, y tuuieron por perdido, àl fin de los succeſſos lo tuuieron en admiracion padeciendo vna bien otra sed que los juſtos.

14Finalmente por ſus locos pensamiẽtos de injusticia, en los quales engañados del error honrrauan las ſerpientes priuadas de razon, y otras viles beſtias, embiaste ſobre ellos en vengãça multitud de animales irracionales:

15Paraque supieſſen, que por las coſas en que cada vno pecca, por las mismas es castigado.

16Porque no era impotente tu todopoderosa mano, que de materia ſin ninguna forma formó el mundo, para embiar enellos vna multitud de oſſos, ò de leones brauos:

17O de otras fieras crueles de nueuo criadas y no conocidas, las quales ò echaſſen fuego por la boca, ò estallidos de fuego, ò horrendas centellas de fuego, resplãdeciente por los ojos:

18Que no solamente los pudieſſen despedaçar con ſu daño, mas aun destruyr los con ſu vista temerosa.

19Y aun tambien ſin eſto, apremiados de tujuyzio, y dissipados cõel soplo de tu potencia podiã caer de vn soplo, mas tu lo ordenaste todo por medida, numero, y peso.

20Porque siempre eſtá contigo tu summo poder, y à la fuerça de tu braço quiẽ reſiſtirá?

21Porque todo el mundo es delante de ti como vna coſa muy poca en vna balança, y como vna gota del rocio de la mañana cayda en tierra.

22¶ Mas tu tienes misericordia de todo, porque todo lo puedes: y dissimulas los peccados de los hombres porque hagã penitencia.

23Porque amas todo loque en la naturaleza es: y nada de todo loque heziste, abominas: porque loque aborreciêras, no lo criâras.

24Como pues pudiera permanecer loque tu no quisieras? ò como fuera saluo loque tu no llamâras?

25Mas tu à todos perdonas, porque todos ſon tuyos, ò Señor amador de las almas.

Biblia del Oso 1973 Public Domain. Edición Digital © Sociedades Biblicas Unidas, 2000.
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