1 JUAN 1

La Palabra de la vida

1Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y tocado con nuestras manos en relación con la Palabra de la vida,[#1,1: El autor pone énfasis en estas expresiones. Se trata de disipar cualquier duda sobre la plena condición humana de Jesucristo, frente a quienes la negaban tanto dentro como fuera de la comunidad joánica.; #2,13-14; 4,14; Jn 1,1-2.14 (ver 20,25).]

2—se trata de la vida eterna que estaba junto al Padre y que se ha manifestado, que se nos ha hecho visible y nosotros la hemos visto y damos testimonio de ella y se la anunciamos a ustedes—,[#4,9; Jn 1,1.4 (ver 11,25-26).]

3eso que hemos visto y oído, se lo anunciamos ahora para que vivan en unión con nosotros como nosotros vivimos en unión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.[#1,7; Jn 17,20-21; 1 Co 1,9.]

4Esto que escribimos es para que nuestra común alegría sea completa.[#1,4: Numerosos mss., entre ellos algunos de valor, dicen:; #Jn 15,11; 16,24; 2 Jn 12.]

I.— LUZ EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS (1,5—2,29)

Dios es luz

5Este es el mensaje que escuchamos a Jesucristo y que ahora les anunciamos: Dios es luz sin mezcla de tinieblas.[#1,5: La antítesis es característica de la tradición joánica, con la particularidad de que aquí se emplea en relación con Dios Padre, mientras que en otros lugares tiene como referente, ya sea a Jesucristo (2,8; Jn 1,5-9; 3,19-20; 8,12; 9,5; 12,46) o a los cristianos (2,9-11; Jn 11,9-10; 12,35-36).; #3,11; 1 Tm 6,16; Stg 1,17.]

6Si vamos diciendo que estamos unidos a Dios pero vivimos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad.[#1,6: Otro término característico de la tradición joánica (ver 2,21; Jn 1,14.17; 3,21; 14,6; 17,17.19; 18,37; 2 Jn 2-3; 3 Jn 3-4.8).; #2,4.9.]

7Pero, si vivimos de acuerdo con la luz, como él vive en la luz, entonces vivimos unidos los unos con los otros y la muerte de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.[#1,7: Lit.; #Ef 5,8; Heb 9,14; Ap 1,5; 7,14.]

8Si alardeamos de no cometer pecado, somos unos ilusos y no poseemos la verdad.[#1 Re 8,46; Jb 9,2; Ecl 7,20; Rm 3,10-20.]

9Si, por el contrario, reconocemos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos purificará de toda iniquidad.[#Dt 32,4; Sal 32,1-5; Pr 28,13; Rm 4,6-8; Stg 5,16.]

10Si alardeamos de no haber pecado, dejamos a Dios por mentiroso y además es señal de que no hemos acogido su mensaje.

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain