1 TIMOTEO 3

La función del obispo

1Es esta una palabra digna de crédito: quien aspira al episcopado, aspira a una noble tarea.

2Ahora bien, es preciso que el obispo, sea un hombre sin tacha, casado una sola vez. Debe ser sobrio, equilibrado, cortés, hospitalario, con capacidad para enseñar.[#3,1-2: Ver nota a 1,15.— Cuando se escriben las Cartas Pastorales (no antes de la década de los 80, según opinión hoy ampliamente mayoritaria) los vocablos griegos , que significaban: , respectivamente, han adquirido ya (o al menos van adquiriendo) un cierto significado técnico para referirse a unas determinadas funciones o ministerios dentro de la Iglesia cristiana. Estas funciones y ministerios tenían que ver con la dirección, presidencia y otros servicios a la comunidad, tanto en las celebraciones del culto como en otros aspectos de la vida comunitaria. Por eso, y a diferencia de Flp 1,1 (ver tercera nota a este pasaje), parece oportuno utilizar en las Pastorales los términos , aunque, por una parte, la distinción entre “obispos” y “presbíteros” todavía no aparezca del todo clara y, por otra, las funciones que entonces estaban vinculadas a estos ministerios, no se correspondan exactamente con las que, con el paso del tiempo, han ido asumiendo en las diversas iglesias cristianas.— Esta expresión, como también la aplicada a las viudas en 1 Ti 5.9, probablemente deba entenderse en el sentido de no haberse casado por segunda vez, lo que supondría una especial fidelidad al cónyuge. Otra interpretación menos probable por evidente, ya que en el NT no se acepta la poligamia ni el concubinato, sería:; #3,12; 5,9; Tt 1,7-8; (ver Hch 20,17.28; Flp 1,1).]

3No ha de ser borracho ni pendenciero, sino ecuánime, pacífico y desinteresado.[#2 Tm 2,24-26; Tt 1,6-9.]

4Que sepa gobernar bien su propia casa y educar a sus hijos con autoridad y pleno equilibrio,

5pues quien no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la Iglesia de Dios?

6Que no sea un recién convertido para que no se le suba el cargo a la cabeza y se haga acreedor de la misma condenación que el diablo.[#3,6: Ver nota a Ef 4,27.]

7Es necesario, finalmente, que goce también de buena fama entre los no creyentes, para que no incurra en descrédito ni el diablo lo atrape en sus trampas.

Cualidades del diácono

8Que los diáconos sean igualmente personas responsables, hombres de palabra, no dados al vino ni a los negocios sucios;[#3,8: Ver nota a 3,1-2; de acuerdo con lo señalado en dicha nota, el término , que en un principio incluía simplemente la idea de servicio (tanto para el bien como para el mal: ver Mt 4,11; 8,15; Lc 10,40; Hch 6,1-4; 19,22; 21,19; Ga 2,17; 1 Co 7,11.15; etc.) fue poco a poco adquiriendo la categoría de término técnico para designar a los auxiliares de los obispos y presbíteros, tanto en la enseñanza como en el culto. En la presente carta parece que está muy cerca de tener este sentido, si es que no lo tiene ya.; #Tt 1,7.]

9que guarden las verdades de la fe con una conciencia limpia.[#3,9: Lit. . Parece aludir al hecho de que el mensaje evangélico ( ) no era conocido antes de que fuera revelado por Dios a través de Jesucristo.]

10Antes de nada debe comprobarse su conducta y sólo si son irreprochables podrán ejercer el diaconado.

11Del mismo modo, que también las mujeres sean responsables, no calumniadoras, sobrias y plenamente fieles.[#3,11: No está totalmente claro si el texto se refiere a las esposas de los diáconos o a las mujeres en general; de aquí que otra posible traducción sea:; #Tt 2,3; (ver Rm 16,1).]

12Los diáconos, por su parte, deben ser hombres casados una sola vez, que sepan gobernar a sus hijos y a sus propias casas,[#3,12: Véase nota a 1 Tm 3,2.; #3,2.]

13pues los que desempeñan bien la función de diáconos se harán dignos de un puesto honorífico y alcanzarán una gran confianza en lo que respecta a la fe en Jesucristo.

Cristo en el plan de Dios

14Te escribo estas cosas con la esperanza de ir a verte pronto.

15Por si me retraso, quiero que sepas cómo debes comportarte en la casa de Dios, es decir, en la Iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad.[#Ef 2,20-22.]

16Grande es, sin lugar a dudas, el misterio de nuestra religión:

Cristo vino al mundo como ser mortal,

el Espíritu dio testimonio de él,

lo contemplaron los ángeles,

fue anunciado a las naciones,

en el mundo le creyeron,

Dios lo recibió en su gloria.

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain