2 CORINTIOS 12

Experiencias carismáticas de Pablo

1Si hay que seguir presumiendo, aunque me parezca totalmente inútil, pasaré a las visiones y revelaciones que me concedió el Señor.

2Conozco a un creyente en Cristo que hace catorce años fue arrebatado al tercer cielo, si con cuerpo o sin cuerpo no sabría decirlo; Dios es quien lo sabe.[#12,2: Sin duda Pablo está refiriéndose a sí mismo.— Es decir, hacia el año 43 ó 44 d. C., durante la permanencia de Pablo en Cilicia, su tierra natal (ver Hch 9,30), o en Antioquía, con anterioridad a su primer viaje misionero.— Según una tradición judía, existían tres cielos (otra tradición habla de siete cielos), de los cuales el tercero era la morada de Dios o paraíso. Los otros dos eran el de nuestra atmósfera y el de los astros.]

3Lo cierto es que ese hombre —repito que no sé si con cuerpo o sin cuerpo; Dios es quien lo sabe—

4fue arrebatado al paraíso y escuchó palabras misteriosas que a ningún humano le está permitido pronunciar.[#12,4: Se trata de una expresión usual para designar los éxtasis y visiones proféticas; ver Ez 3,12.]

5De alguien así podría presumir; pero en lo que me atañe, sólo presumiré de mis flaquezas.

6Y eso que, si quisiera presumir, no diría ningún desatino, al contrario, estaría diciendo la pura verdad; pero me abstengo de hacerlo para que nadie me considere por encima de lo que ve o escucha de mí

7a causa de revelaciones tan extraordinarias.

La verdadera fortaleza

Precisamente para que no se me suban los humos a la cabeza, tengo una espina clavada en mi carne: se trata de un agente de Satanás que me da de bofetadas para que no me ensoberbezca.

8Tres veces he pedido al Señor que me libre de esto

9y otras tantas me ha dicho: “te basta mi gracia, porque mi fuerza se realiza plenamente en lo débil”. Con gusto, pues, presumiré de mis flaquezas, para sentir dentro de mí la fuerza de Cristo.

10Por eso me satisface soportar por Cristo flaquezas, ultrajes, dificultades, persecuciones y angustias, ya que, cuando me siento débil, es cuando más fuerte soy.

Preocupaciones por los cristianos

11Si he hablado como un insensato, ustedes me forzaron a ello. En realidad, les correspondía a ustedes dar la cara por mí, pues aunque no soy nada, en nada soy inferior a esos superapóstoles.[#12,11: Ver nota a 11,5.]

12Ahí están las credenciales de mi apostolado entre ustedes: una constancia a toda prueba acompañada de signos milagrosos, prodigios y portentos.

13¿En qué están ustedes en desventaja con las demás iglesias? ¿En que yo no quise vivir a costa de ustedes? ¡Perdónenme, por favor, este agravio![#12,13: Otro buen ejemplo de ironía dentro de los escritos paulinos.]

14Estoy a punto de hacerles mi tercera visita y tampoco esta vez les seré gravoso, pues me interesan ustedes, no su dinero. Después de todo, corresponde a los padres ahorrar para los hijos, y no los hijos para los padres.[#12,14: La primera visita fue la fundacional (Hch 18,1-18); la segunda suele denominarse “visita intermedia” y no se menciona en el libro de los Hechos, pero se deduce claramente del intercambio epistolar con los corintios (ver la Introducción y los versículos 1,23 y sobre todo el presente pasaje y 13,1-2).]

15Así que gastaré gustosamente cuanto tenga, y me desgastaré yo mismo por ustedes ¿Acaso por amarlos yo tanto, me amarán ustedes menos?[#12,15: Según variante de numerosos mss., entre ellos algunos de los más antiguos y mejores, habría que traducir:]

16Quizás alguno piense que, en efecto, no fui carga para ustedes, pero que, astuto como soy, les hice morder el anzuelo.

17¿Querrían decirme a cuál de las personas que les envié he utilizado para explotarlos?

18Pedí a Tito que fuera a visitarlos y envié con él a ese otro hermano. ¿Es que los ha explotado Tito? ¿No es más cierto que nos mueve el mismo Espíritu y que los dos seguimos los mismos pasos?[#12,18: Ver notas a 8,18 y 8,22.]

19A lo mejor ustedes están pensando hace un buen rato que no hacemos sino justificarnos ante ustedes. Dios es testigo de que es Cristo quien nos impulsa a hablar, y de que todo esto, queridos míos, es para su propio provecho espiritual.[#12,19: Respecto a este plural, ver notas a 1,4 y 10,2.]

20Porque tengo miedo de no encontrarlos a mi llegada como yo quisiera y de que tampoco ustedes me encuentren como sería su deseo. Tengo miedo de encontrarme con discordias, envidias, animosidades, rivalidades, maledicencias, críticas, engreimientos y desórdenes.

21Tengo miedo de que, cuando los visite de nuevo, me humille Dios por causa de ustedes y tenga yo que hacer duelo por tantos como han pecado y no se han arrepentido de la impureza, la lujuria y el desenfreno en que vivían.

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain