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1Cuando Atalía, la madre de Ocozías, supo que su hijo había muerto, se puso a eliminar a toda la familia real.[#11,1: Jehú había eliminado a parte de la familia real (ver 10,12-14).]
2Pero Josebá, hija del rey Jorán y hermana de Ocozías, apartó a Joás, hijo de Ocozías, de sus hermanos que iban a ser asesinados y lo escondió con su nodriza en el dormitorio, ocultándolo de Atalía y salvándolo de la muerte.[#11,2: Según 2 Cr 22,11, era la esposa del sacerdote Joyadá.]
3Joás estuvo escondido con su nodriza en el Templo durante seis años, mientras Atalía reinaba en el país.[#11,3: El papel desempeñado por el Templo y el sacerdocio en la salvación y entronización de Joás hacen pensar en el origen sacerdotal del relato.— La entronización de Atalía supuso la interrupción de la dinastía davídica y puso en peligro la promesa dinástica (2 Sm 7). Quizá por ello los redactores han omitido los sumarios redaccionales habituales, como si su reinado no hubiera existido.]
4El séptimo año Joyadá mandó llamar a los centuriones de los carios y de la guardia real, los llevó consigo al Templo del Señor, selló allí con ellos un pacto bajo juramento y les mostró al príncipe.[#11,4: Cuerpo de mercenarios encargados de la guardia personal del rey, sustitutos del cuerpo de quereteos y peleteos de David.]
5Luego les ordenó lo siguiente:
— Esto es lo que harán: el tercio que entra de servicio el sábado y hace la guardia en palacio,
6junto con el tercio de la puerta de Sur y el tercio de la puerta trasera de la guardia harán la guardia en el Templo por turnos.[#11,6: Otros proponen: El texto de 11,6-7 es oscuro. 2 Cr 23,4-5 ofrece mayor claridad.]
7Y las otras dos secciones, con todos los que salen de servicio el sábado, harán la guardia en el Templo junto al rey.
8Rodearán completamente al rey con las armas en la mano y si alguien intenta forzar las filas, lo matan. Tienen que acompañar al rey a todas partes.
9Los centuriones hicieron todo lo que el sacerdote Joyadá les había ordenado: cada uno con sus hombres, tanto los que entraban de servicio el sábado, como los que salían, se presentaron al sacerdote Joyadá.
10El sacerdote entregó a los centuriones las lanzas y los escudos del rey David que se guardaban en el Templo del Señor.[#2 Sm 8,7.]
11Los guardias, empuñando sus armas, tomaron posiciones desde el ala derecha del Templo hasta el ala izquierda, entre el altar y el Templo, alrededor del rey.
12Entonces Joyadá sacó al hijo del rey, le entregó la corona y el testimonio, lo ungió y lo proclamó rey; finalmente aplaudieron, aclamándolo:[#11,12: Otros proponen: “las insignias reales”. El testimonio parece referirse al documento de la alianza (ver Dt 17,18-19).]
— ¡Viva el rey!
13Al oír Atalía el griterío de los guardias y del pueblo, se acercó a la gente que estaba en el Templo del Señor.
14Cuando vio al rey de pie sobre el estrado, según la costumbre, a los oficiales y a los que tocaban las trompetas junto al rey, y a todo el pueblo de fiesta, mientras sonaban las trompetas, se rasgó las vestiduras y gritó:[#11,14: Lit. Hasta el destierro en Babilonia esta expresión parece designar al conjunto de ciudadanos libres, exceptuando nobleza, funcionariado y sacerdocio. En época postexílica adquiere connotaciones peyorativas.]
— ¡Traición! ¡Traición!
15El sacerdote Joyadá ordenó a los centuriones que estaban al mando del ejército:
— Sáquenla de las filas y maten a cuchillo al que la siga.
Como el sacerdote había ordenado que no la matasen en el Templo,
16le echaron mano cuando entraba en el palacio por la puerta de las caballerías y la mataron allí.
17Joyadá selló el pacto entre el Señor por una parte, y el rey y el pueblo por otra, comprometiéndose a ser el pueblo del Señor.[#11,17: El texto hebreo añade al final: Parece una redundancia innecesaria, pero en todo caso se trataría de un pacto distinto al anterior, que celebraría el restablecimiento de la dinastía davídica.]
18Entonces toda la gente se dirigió al templo de Baal y lo destruyeron, hicieron trizas sus altares e imágenes y degollaron ante los altares a Matán, el sacerdote de Baal. Luego el sacerdote Joyadá puso guardia en el Templo del Señor;[#11,18: La mención de un solo sacerdote de Baal indica la escasa implantación del culto a Baal en el territorio de Judá.; #Ver 10,25-28.]
19tomó consigo a los centuriones, a los carios, a la guardia real y a toda la gente, bajaron al rey desde el Templo, lo llevaron hasta el palacio real por la puerta de la guardia, y el rey se sentó en el trono real.
20Todo el pueblo hizo fiesta y la ciudad quedó tranquila. En cuanto a Atalía, había muerto a filo de espada en el palacio real.