DANIEL 11

Interpretación de las visiones

Tres reyes más aparecerán en Persia, y el cuarto será mucho más rico que los otros. Cuando haya crecido en poder gracias a su riqueza, incitará a todos contra el reino de Grecia.

3Después surgirá un rey batallador, que desplegará un poder inmenso y actuará a su capricho.[#11,3: Se trata, sin duda, de Alejandro Magno.; #8,4; 11,16.36.]

4Pero estando aún en el poder, su reino será destruido y repartido hacia los cuatro puntos cardinales. Mas no será para sus descendientes que no tendrán el poder que él había ejercido, pues su reino será arrancado de raíz y entregado a otros.[#8,8.22.]

5Crecerá la fuerza del rey del sur, pero uno de sus generales llegará a ser más fuerte que él y gobernará sus propios dominios con un poder inmenso.[#11,5: A partir de este momento, el autor va a denominar de forma sistemática “rey del sur” al rey egipcio de turno, y “rey del norte” al correspondiente rey de Siria. En el presente pasaje el rey del sur es Tolomeo I Soter, que gobernó Egipto del 323 al 283 a. C. Uno de sus generales se convertirá en el fundador de la dinastía seléucida con el nombre de Seleuco I Nicator (305-281 a. C.).]

6Pasados algunos años, concertarán una alianza. La hija del rey del sur acudirá al rey del norte a ratificar la alianza; pero no conservará su poder ni su descendencia subsistirá, pues será entregada junto con su séquito, su hijo y quien la había servido de apoyo.[#11,6: Esta alianza fue sellada con el matrimonio entre el seléucida Antíoco II Teos (261-246 a. C.) y Berenice, hija de Tolomeo II Filadelfo (285-246 a. C.).]

7Un retoño de sus raíces ocupará su lugar. Atacará al ejército del rey del norte y penetrará en sus fortalezas; luchará contra ellos y saldrá victorioso.[#11,7: Se trata del hermano de Berenice, que reinará en Egipto con el nombre de Tolomeo III Evergetes (246-221 a. C.).]

8Incluso se llevará consigo a Egipto, como botín, a sus dioses, sus ídolos de metal y otros valiosos utensilios de plata y oro. Durante algunos años dejará tranquilo al rey del norte.

9Después el rey del norte invadirá el país del rey del sur, pero acabará retirándose a su propio territorio.

10Sus hijos, sin embargo, romperán las hostilidades y congregarán un ejército inmenso, que barrerá todo como una impetuosa inundación; después uno de ellos regresará y seguirá combatiendo hasta la fortaleza.[#11,10: Debe tratarse de Seleuco III Cerauno (226-223 a. C.) y sobre todo de Antíoco III el Grande (223-187 a. C.); en cuanto a la fortaleza podría ser la ciudadela de Jerusalén .]

11Entonces, el rey del sur se pondrá en marcha encolerizado y luchará contra el rey del norte, que movilizará un ejército enorme, pero acabará derrotado.[#11,11: Probable alusión a la batalla de Rafia (217 a. C.).]

12La derrota del ejército enemigo llenará de orgullo al rey del sur, que mandará matar a miles de personas, aunque no conseguirá imponerse,

13pues el rey del norte movilizará una multitud mayor que la primera y, después de varios años, avanzará con un colosal ejército perfectamente pertrechado.

14En aquel tiempo se alzarán muchos contra el rey del sur. Gente violenta de tu propio pueblo se rebelará en cumplimiento de la visión, pero sin éxito.

15Entonces el rey del norte llegará, mandará construir terraplenes y acabará conquistando una ciudad fortificada. Las tropas del rey del sur serán demasiado débiles como para resistir; incluso lo mejor de su ejército carecerá de fuerzas para mantenerse.[#11,15: Es probablemente Sidón (otros prefieren Gaza), donde se refugió el general egipcio Escopas al tener que retirarse de Jerusalén el año 198 a. C.]

16El invasor actuará a su capricho; nadie podrá hacerle frente. Se establecerá en la Tierra del Esplendor, que caerá por entero en su poder.[#11,16: Antíoco III se apodera por completo de Judea y Jerusalén —“la Tierra del Esplendor”— en el año 197 a. C.; #8,9+.]

17Decidirá venir con la fuerza de todo su reino para establecer una alianza con el rey del sur; le dará una hija en matrimonio con el propósito de destruir el reino, pero sus planes no tendrán éxito ni le servirán de nada.

18Entonces dirigirá su mirada a las ciudades de las zonas costeras y se apoderará de algunas de ellas, pero un general acabará poniendo fin a su insolencia haciendo que esta recaiga sobre él.[#11,18: Lit. .— Antíoco III fue derrotado por el general romano Escipión en las Termópilas (191 a. C.) y en Magnesia (190 a. C.).]

19Después de esto, regresará a las fortalezas de su país, pero tropezará y caerá para no reaparecer.

20Su sucesor enviará a un cobrador de tributos para expoliar el esplendor del reino. Sin embargo, será destruido en pocos años, sin enfados ni luchas.[#11,20: Su hijo Seleuco IV Filopátor (187-175 a. C.) Puede referirse al hecho narrado en 2 Ma 3 .; #2 Ma 3,7-40.]

21Ocupará su lugar en el trono una persona despreciable, a quien nadie le ha concedido el honor de la realeza. Invadirá el reino cuando sus habitantes estén confiados y se hará con él mediante intrigas.[#11,21: Antíoco IV Epífanes (175-164 a. C.). Aunque el sucesor legítimo de Seleuco era su hijo Demetrio, Antíoco obtiene el control del reino seléucida mediante artimañas, eliminando a los posibles aspirantes al trono.]

22Los ejércitos enemigos se desmoronarán ante él, y acabarán siendo aniquilados junto con el príncipe de la alianza.[#11,22: Es sin duda el mismo personaje que el “ungido” de 9,25-26, es decir, el sumo sacerdote Onías III (ver primera nota a 9,25).]

23Usará la traición contra sus propios aliados y obtendrá el poder con unos pocos efectivos.

24Cuando las provincias más ricas se sientan confiadas, las invadirá y llevará a cabo lo que no habían hecho ni sus padres ni sus abuelos: repartir el botín, los despojos y las riquezas entre sus seguidores. Planeará el ataque de las ciudades fortificadas, aunque por breve tiempo.

25Desplegará todo su poder y su coraje para atacar al rey del sur con un gran ejército. El rey del sur le hará frente con un ejército enorme y muy poderoso, pero no podrá resistir a causa de las conspiraciones urdidas contra él,[#11,25: Se trata en este caso de Tolomeo VI Filométor (180-145 a. C.) a quien sus consejeros sugirieron ladinamente que huyera a Samotracia.]

26pues hasta sus propios comensales intentarán destruirlo. Su ejército será aniquilado y muchos caerán en el campo de batalla.

27Los dos reyes, urdiendo planes funestos, se sentarán a la misma mesa y se intercambiarán mentiras, pero nada de lo que planeen tendrá éxito, pues el fin sólo llegará en el tiempo fijado.[#11,27: Alusión al intento de ambos reyes —Antíoco IV y Tolomeo VI— de hacer las paces, intento plagado de insinceridad.]

28El rey del norte volverá a su país con grandes riquezas, pero planeando hacer frente a la santa alianza, proyecto que llevará a cabo antes de regresar.[#11,30; 1 Ma 1,17-63; 6,1-16; 2 Ma 5,1-26; 9,1-2.5.28.]

29Volverá e invadirá el sur en el tiempo fijado, pero esta vez las cosas no serán como la vez anterior,[#11,29: Segunda campaña de Antíoco IV contra Egipto, que comienza el año 168 a. C.]

30pues lo atacarán naves de Quitín. Él se acobardará y huirá, pero desfogará su cólera contra la santa alianza. Y volverá a ponerse de acuerdo con los dispuestos a abandonar la santa alianza.[#11,30: Aunque con este término la Biblia designa habitualmente a Chipre —o a lo sumo a Grecia—, aquí se trata de los romanos dirigidos por el cónsul Cayo Pompilio.]

31Enviará tropas que ocuparán y profanarán el Templo y la ciudadela, y suprimirán el sacrificio permanente. Después instalarán la abominación devastadora.[#11,31: Ver nota a 8,13.]

32Corromperá con halagos a los que han violado la alianza, pero la gente que es leal a su Dios le hará frente con firmeza.

33La gente sabia del pueblo instruirá a muchos, aunque durante algún tiempo caerán víctimas de la espada, serán quemados o soportarán cautiverios y saqueos.[#12,3.10.]

34Cuando caigan, recibirán poca ayuda; incluso algunos se unirán a ellos con falsedad.[#11,33-34: Estos dos versículos aluden tal vez a las primeras manifestaciones de la guerra de liberación liderada por los Macabeos.]

35Algunos sabios caerán, pero eso les valdrá para ser probados, purificados y quedar sin mancha hasta que llegue el momento final, pues hay todavía un intervalo hasta el tiempo fijado.

36El rey actuará a su capricho. Se engrandecerá y se exaltará a sí mismo por encima de todos los dioses y dirá cosas inauditas contra el Dios de los dioses. Y tendrá éxito hasta que se haya colmado el tiempo de la cólera, pues lo que ha sido decidido tiene que cumplirse.[#11,36: La expresión, que equivale a un superlativo, era inhabitual entre los judíos de la época.; #8,4+; 2 Ts 2,4; Ap 13,5.]

37No mostrará respeto alguno por los dioses de sus antepasados ni por el favorito de las mujeres, ni respetará a dios alguno; antes bien, se exaltará a sí mismo por encima de todos.[#11,37: La impiedad de Antíoco llegó a tal extremo que reestructuró el panteón seléucida no respetando ni a sus propios dioses.— Debe tratarse de Adonis (adaptación griega del dios Tamuz de Mesopotamia), relacionado con los cultos de la fertilidad.]

38En su lugar rendirá honores al dios de las fortalezas, un dios desconocido de sus antepasados; lo honrará con oro y plata, piedras preciosas y objetos valiosos.

39Con la ayuda de un dios extranjero atacará las más sólidas fortalezas. Colmará de honores a quienes lo reconozcan, los nombrará gobernadores de una inmensa ciudadanía y les repartirá tierras en recompensa.

40En el tiempo final el rey del sur le declarará la guerra. Pero el rey del norte se lanzará contra él con carros de combate, caballería y numerosas naves. Invadirá numerosos países y barrerá todo como una inundación.[#11,40-45: Estos versículos pretenden describir los últimos días de Antíoco IV. Pero más que una descripción histórico-geográfica, poco concorde con la realidad de los hechos, parece tratarse de una descripción teológica elaborada por el autor del pasaje.]

41Invadirá también la Tierra del Esplendor y caerán numerosos países, aunque Edom, Moab y una parte principal de los amonitas podrán librarse de su mano.

42Ampliará su poder a numerosos países; Egipto no escapará:

43se adueñará de los tesoros de oro y plata y de todas las riquezas de Egipto. Libios y nubios seguirán el mismo camino.

44Pero llegarán informes de oriente y del norte que lo alarmarán; partirá enfurecido con ánimo de destruir y aniquilar a cuantos sea necesario.

45Montará el campamento real entre los mares, en el monte santo del Esplendor. Sin embargo, le llegará el fin sin nadie que lo ayude.[#11,45: Es decir, entre el Mediterráneo y el Mar Muerto. Otros traducen: “entre el mar y el monte santo”. El monte santo del Esplendor es una clara referencia al monte Sión; compárese con Tierra del Esplendor en 8,9.]

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain