DANIEL 5

El banquete de Baltasar

1El rey Baltasar ofreció un gran festín a mil de sus dignatarios, y todos fueron testigos de la cantidad de vino que bebió.[#5,1: Sólo tenemos noticias de la existencia de un Baltasar, hijo del rey babilónico Nabonido (556-539 a. C.), pero existen dudas sobre si llegó a ser rey. De hecho fue Nabonido a quien Ciro el persa arrebató el control de Babilonia (539 a. C.).]

2Cuando estaba aturdido por el vino, mandó traer las copas de oro y plata que su padre Nabucodonosor se había llevado del Templo de Jerusalén, para beber en ellas el propio rey, sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas.[#5,2: Ver nota anterior. Lo que sí es cierto es que el conquistador de Jerusalén, al no encontrar en el Templo estatuas de dioses, se llevó consigo parte del ajuar (ver 2 Re 25,13-17; 2 Cr 36,18; Esd 5,14; 6,5).; #1,2.]

3En seguida trajeron las copas de oro y plata del Templo de Jerusalén, de la casa de Dios, y bebieron en ellas el propio rey, sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas.

4Y, mientras bebían, alababan a sus dioses de oro y de plata, de bronce y de hierro, de leño y de piedra.[#5,4: No puede pasar desapercibido el paralelismo contrastante entre las “copas de oro y plata… del Templo de Jerusalén” (que están al servicio de Dios) y los “dioses (babilónicos) de oro y de plata” convertidos en objeto de culto.; #Jr 10,3-4; Sal 115,4; Ap 9,20.]

5En aquel momento apareció una mano humana que, con sus dedos, se puso a escribir, a la luz del candelabro, en la cal de la pared del palacio real. Cuando el rey vio la mano que escribía,[#5,5: Es decir, una mano parecida a la de un ser humano. De hecho, esta misteriosa aparición de la mano recuerda la presencia del cuarto hombre en el relato del horno (ver 3,25[92]).]

6palideció y quedó aturdido, incapaz de sostenerse, con las rodillas temblando.[#5,6: Lit. .]

7Se puso entonces a gritar desesperado y mandó llamar a los adivinos, magos y astrólogos. Después dijo a los sabios de Babilonia:

— Quien sepa leer esa inscripción y pueda interpretar su significado será vestido de púrpura, llevará un collar de oro y ocupará el tercer puesto en mi reino.

8Acudieron todos los sabios que estaban al servicio del rey, pero ninguno fue capaz de leer la inscripción e interpretarla.

9El rey Baltasar se sintió turbado sobremanera y palideció todavía más; sus dignatarios estaban desconcertados.

10Cuando llegó a oídos de la reina lo que decían el rey y sus dignatarios, se presentó en la sala del banquete y dijo:[#5,10: Se trata de la reina madre, que en los Estados del Oriente Próximo —tuvo al parecer un papel muy relevante en los asuntos de Estado y que ocupa aquí el papel que desempeña Arioc en 2,25.]

— ¡Larga vida al rey! No te alarmes ni palidezcas,

11pues tienes en tu reino a un hombre que participa del espíritu de los dioses santos. En vida de tu padre demostró tener una clarividencia, una inteligencia y una sabiduría propias de los dioses. El rey Nabucodonosor, tu padre, lo nombró jefe de los magos, adivinos, hechiceros y astrólogos.[#4,5.]

12Se llama Daniel, aunque el rey le puso por nombre Baltasar. Parece estar dotado de un saber y de una inteligencia superiores, capaces de interpretar sueños, descifrar enigmas y resolver complicados problemas. Que llamen, pues, a Daniel para que te interprete la inscripción.

13Daniel fue traído de inmediato a la presencia del rey, que le preguntó:

— ¿Eres tú Daniel, uno de aquellos deportados que mi padre, el rey, trajo de Judá?

14He oído decir que participas del espíritu de los dioses y que sobrepasas a todos en clarividencia, inteligencia y sabiduría.

15Hace un momento han traído a mi presencia a los sabios y adivinos para que leyeran este escrito y me lo interpretaran, pero no han sido capaces de dar con su significado.

16Además he oído decir que sabes interpretar y resolver complicados problemas. Pues bien, si eres capaz de leer e interpretarme esta inscripción, te haré vestir de púrpura, llevarás un collar de oro y ocuparás el tercer puesto en mi reino.

17Daniel le respondió:

— Puedes quedarte con tus regalos y ofrecer tus obsequios a otros. De todos modos, voy a leer la inscripción y ofreceré a su majestad la interpretación.

18El Dios Altísimo, majestad, concedió a tu padre Nabucodonosor soberanía, poder, fama y honor.[#5,18: Ver nota a 5,1.]

19A causa de aquel poder que el Dios Altísimo le había concedido, la gente de todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban de miedo ante él. Ejecutaba o dejaba con vida a quien quería; a unos engrandecía y a otros humillaba.

20Pero, al volverse soberbio, orgulloso y arrogante, fue desposeído del trono y despojado de su gloria.[#Ez 1,10-11.]

21Dejó de vivir entre personas, su entendimiento quedó reducido al de las bestias, vivía entre los asnos salvajes, comía hierba como los toros y el rocío empapaba su cuerpo; hasta que reconoció que el Dios Altísimo controla los reinos humanos y se los da a quien quiere.

22Tú, Baltasar, que eres hijo suyo, sabías bien todo esto. Sin embargo, no has sido humilde,[#5,22: Recordando elementos del pasado (ver 4,22.25-30), Daniel pretende que Baltasar se mire en el espejo de su “padre”. Pero a Baltasar no le concede el Altísimo posibilidad de conversión, como a Nabucodonosor.]

23te has rebelado contra el Señor del cielo haciendo traer las copas de su Templo para beber en ellas en compañía de tus dignatarios, tus mujeres y tus concubinas, al tiempo que alababas a tus dioses de plata y de oro, de bronce y de hierro, de leño y de piedra, que ni ven, ni oyen ni entienden. Además no has glorificado al Dios que tiene tu vida en sus manos y de quien depende todo lo que hagas.[#5,3-4; Sal 135,15-17; Jb 12,10.]

24Por eso ha enviado la mano que ha dejado esa inscripción.

25La inscripción dice así: “mené, téquel, fares”.[#5,25: Traducimos así con la versión griega de los LXX y la Vulgata; el arameo repite y, como última palabra, dice , plural de .]

26Su interpretación es la siguiente: “mené” quiere decir “contado”, es decir: Dios ha contado los días de tu reinado y ha determinado su fin;[#5,26: Los tres términos misteriosos están relacionados con tres monedas (ver tabla de monedas): (v. 26), que es la mina, crea un juego de palabras con el verbo , que significa “medir”; (hebreo ) es el siclo (v. 27), y está en relación con el verbo (pesar); (v. 28) es un término de origen acádico que equivale a media mina, y crea un juego de palabras con el verbo (dividir) y con el sustantivo traducido por “persas”.]

27“téquel” quiere decir “pesado”, es decir: has sido pesado en la balanza y te falta peso;

28y “fares” quiere decir “dividido”, es decir: tu reino ha sido dividido y entregado a medos y persas.

29Baltasar ordenó entonces que vistieran de púrpura a Daniel, que le pusieran un collar de oro y que pasara a ocupar el tercer puesto en su reino.[#5,7.16; (ver Est 6,7-9).]

30Aquella misma noche, Baltasar, rey de los caldeos, fue asesinado.

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain