ECLESIASTÉS 6

III.— UN DESTINO COMÚN E IGNOTO (6,1—9,10)

Dones baldíos

Insatisfacciones y sombras

7El ser humano se fatiga sólo para comer, y a pesar de ello su apetito no se sacia.

8¿En qué, pues, aventaja el sabio al necio? ¿En qué al pobre que sabe vivir la vida?[#6,8: Todo el versículo presenta dificultades, pues también cabría traducir: “¿En qué (aventaja) el pobre al que sabe vivir la vida?”. Hay quienes proponen restaurar la supuesta pérdida de “rico” (“¿En qué (aventaja) el rico al pobre que sabe…?”), para obtener la doble oposición sabio-necio, rico-pobre.]

9Más vale lo que ven los ojos

que los deseos imposibles.

También esto es pura ilusión y vano afán.

10Cuanto existe ya estaba prefijado, y todos saben que el ser humano no puede enfrentarse a quien es más fuerte que él.

11A más palabras, más vana ilusión, y el ser humano no saca ningún provecho.

12Pues, ¿quién sabe lo que conviene al ser humano en la vida, durante los contados días de su ilusa vida que pasa como una sombra? Y ¿quién le contará lo que sucederá después de él bajo el sol?[#Sal 39,7; 90,10; 102,12;; Jb 8,9; 14,2.]

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain