ÉXODO 13

Consagración de los primogénitos

1El Señor dijo a Moisés:

2— Conságrame todos los primogénitos de los israelitas; porque el primer parto de toda madre, sea de persona o de animal, me pertenece.[#22,29-30; 34,19-20; Nm 3,13; Lc 2,23.]

Los panes sin levadura

3Y Moisés dijo al pueblo:

— Recuerden siempre este día, en el cual fueron liberados de la esclavitud de Egipto, porque el poder del Señor ha sido el que los ha sacado de aquí. Por eso, no comerán pan fermentado.

4Ustedes salen hoy de aquí, en el mes de Abib.[#13,4: Ver nota a 12,2.]

5En este mismo mes, cuando el Señor te haya introducido en la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, jeveos y jebuseos, una tierra que mana leche y miel y que te daré porque así lo prometió a tus antepasados, entonces celebrarán el siguiente rito:

6comerás panes sin levadura durante siete días, y el séptimo día harás fiesta en honor del Señor.[#13,6: Ver nota a 12,5.]

7Durante esos siete días se comerá pan sin levadura; en ninguna parte de tu territorio deberá haber levadura o pan fermentado.

8Ese día explicarás a tu hijo: “Hacemos esto recordando lo que el Señor hizo por mí cuando salí de Egipto”.

9Este rito será para ti como una marca en tu mano o una señal en tu frente para que te acuerdes de tener siempre en los labios la ley del Señor, pues él te sacó de Egipto con gran poder.[#13,9: Esta fórmula y otras parecidas que encontramos en Dt 6,6-9; 11,18-20, dieron lugar al uso de las “filacterias”, es decir, dos correas que sujetan una cajita con textos de la ley mosaica y que se fijan en el brazo izquierdo y en la frente. En la actualidad los judíos ortodoxos las siguen usando.]

10Por eso has de celebrar este rito año tras año, en la fecha señalada.

Los primogénitos

11Cuando el Señor te haya introducido en la tierra de los cananeos y tomes posesión de ella, como te prometió a ti y a tus antepasados,

12entonces consagrarás al Señor todos los primogénitos. También las primeras crías de tu ganado, si son machos, pertenecen al Señor.

13Pero puedes rescatar la primera cría del asno, sustituyéndola por un cordero; si no la rescatas, deberás desnucarla. Estás obligado a presentar ofrenda por cada primogénito humano, para rescatarlo.[#13,13: Animal que no se podía ofrecer en sacrificio por ser un animal inmundo, ya que ni es rumiante ni tiene las pezuñas partidas (Lv 11,3). Si no se le rescataba sacrificando otro animal por él (34,20), debía morir de manera no ritual, es decir, sin derramar su sangre.]

14Y cuando tu hijo te pregunte el día de mañana: “¿Qué significa esto?”, le responderás: “El Señor, con su gran poder, nos sacó de Egipto donde vivíamos como esclavos.

15Y como el faraón se volvió intransigente y no nos dejaba salir, el Señor hirió de muerte a todos los primogénitos de Egipto, lo mismo personas que animales. Por eso le sacrifico al Señor los primogénitos del ganado, si son machos, y rescato los primogénitos de mis hijos.

16Este rito te servirá como una marca que pones sobre tu mano o como un signo en la frente para recordar que fue el Señor, con su gran poder, el que nos sacó de Egipto”.

Salida de Egipto

17Una vez que el faraón dejó marchar al pueblo, Dios no los condujo por la ruta de los filisteos, aunque era el camino más corto, pues se dijo: “Si esta gente es atacada y tiene que luchar, se acobardará y regresará a Egipto”.[#13,17: Este camino bordeaba la costa del Mediterráneo y estaba protegido por una serie de ciudades fortificadas egipcias. Era la ruta más frecuente para ir de Egipto a Canaán, porque estaba jalonada de pozos de agua. En la época romana esta pista costera será llamada “vía maris”. Hay constancia arqueológica de que existieron asentamientos filisteos en la costa de Palestina, en las actuales ciudades de Tell Aviv y Gaza, entre otras. La fijación del itinerario del Éxodo y la localización exacta de las etapas es tarea sumamente difícil.]

18Por eso Dios hizo que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto hacia el mar de las Cañas.[#13,18: Ver nota a 10,19.]

Los israelitas salieron de Egipto bien aprovisionados.

19Moisés llevó consigo los restos de José, pues este se lo había hecho prometer a los israelitas. Les había dicho: “Sin duda, Dios vendrá a socorrerlos, y cuando eso ocurra, se llevarán de aquí mis restos”.[#Gn 50,25; Jos 24,32.]

20Partieron de Sucot y acamparon en Etán, donde comienza el desierto.

21El Señor caminaba delante de ellos: durante el día en una columna de nube para señalarles el camino; y por la noche, en una columna de fuego para alumbrarlos; así podían caminar de día y de noche.

22Nunca se apartaban del pueblo las columnas: la de nube durante el día, y la de fuego durante la noche.[#40,34-38; Nm 9,15-23.]

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain