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1El Señor dijo a Abrán:
— Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y dirígete a la tierra que yo te mostraré.
2Te convertiré en una gran nación, te bendeciré y haré famoso tu nombre, y servirás de bendición para otros.
3Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. ¡En ti serán benditas todas las familias de la tierra!
4Abrán partió, como le había ordenado el Señor, y con él marchó también Lot. Tenía Abrán setenta y cinco años cuando salió de Jarán.
5Abrán llevó consigo a Saray, su mujer, y a su sobrino Lot, junto con todos los bienes que poseían y con todos los esclavos que habían adquirido en Jarán, y se encaminaron hacia la tierra de Canaán.
Cuando llegaron,
6Abrán atravesó toda la región hasta Siquén, llegando hasta la encina de Moré. (Por aquel entonces los cananeos habitaban en el país).[#12,6: Siquén era una importante ciudad cananea situada entre los montes Ébal y Garizín (ver nota a Dt 11,29-30); hoy es el lugar denominado Tell Balata, junto a Nablús.— Era un árbol o un pequeño bosque que servía como lugar de culto cananeo (ver 35,4; Dt 11,30; Jos 24,26). Es posible que sea el mismo árbol sagrado que en Jue 9.37 recibe el nombre de]
7El Señor se apareció a Abrán y le dijo:
— Yo daré esta tierra a tu descendencia.
Entonces Abrán erigió allí un altar al Señor, porque se le había aparecido.
8De allí se dirigió a la zona montañosa, al este de Betel, y allí montó su tienda, teniendo Betel al oeste y Ay al este. En aquel lugar erigió un altar al Señor e invocó allí su nombre.[#12,8: Topónimo hebreo que significa (28,19); era otro centro religioso de los cananeos, a unos 15 km al norte de Jerusalén. Allí se encontraba, en tiempos de la monarquía israelita, uno de los principales santuarios del Reino del Norte (1 Re 12,28-30; Am 7,13).]
9Después, por etapas, Abrán continuó avanzando hacia el Négueb.
10Pero sobrevino una hambruna en aquella región y, como el hambre apretaba, Abrán bajó a Egipto para establecerse allí.
11Cuando ya estaba llegando a Egipto, Abrán dijo a Saray, su mujer:
— Es evidente que eres una mujer muy bella;
12cuando te vean los egipcios, dirán: “Es su mujer”, por lo que a mí me matarán y a ti te dejarán con vida.
13Di, por favor, que eres mi hermana; de este modo me tratarán bien por consideración a ti, y podré salvar la vida.
14Cuando Abrán llegó a Egipto, los egipcios descubrieron, en efecto, lo hermosa que era Saray.
15También la vieron algunos oficiales del faraón y se la ponderaron tanto al faraón que la mujer fue llevada a su palacio.[#12,15: Ver nota a Ex 1,11.]
16Por consideración a ella, Abrán recibió un excelente trato, además de ovejas, vacas y asnos, siervos y siervas, asnas y camellos.
17Pero el Señor castigó al faraón y a su corte con grandes plagas por lo de Saray, la mujer de Abrán.
18Así que el faraón llamó a Abrán y le dijo:
— ¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu mujer?
19¿Por qué dijiste que era tu hermana, dando lugar a que yo la tomara por esposa? Ahí tienes a tu mujer; tómala y márchate.
20Acto seguido el faraón ordenó a los suyos que expulsaran a aquel hombre junto con su mujer y sus posesiones.[#12,20: Otra posible traducción:]