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1Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles:
— Sean fecundos, reprodúzcanse y pueblen la tierra.
2Todos los animales los temerán y los respetarán: las aves del cielo, los reptiles del suelo y los peces del mar están bajo su dominio.
3Todo lo que se mueve y tiene vida, al igual que los vegetales, les servirá de alimento. Yo lo pongo a su disposición.
4Pero no comerán la carne con sangre, porque la sangre es su vida.[#9,4: Existía la creencia en el antiguo Israel de que en la se encontraba el principio vital de los animales y de los seres humanos. Así pues, la prohibición de comer carne sin desangrar era una forma de afirmar que la vida pertenece exclusivamente a Dios, que es el dador de toda vida. Al comienzo de la Iglesia, los judeocristianos, observaron rigurosamente esta prohibición (ver Hch 15,19-20).; #Lv 7,26-27; 17,10-14; 19,26; Dt 12,16.23; 15,23.]
5Yo pediré cuentas de su sangre y de sus vidas, se lo reclamaré a cualquier animal. También a cualquier ser humano que mate a un hermano suyo, le pediré cuentas de esa vida.[#9,5: El correspondiente término hebreo se entiende aquí en su sentido más amplio de; #4,9-12; 2 Sm 12,9-10.]
6Si alguien derrama la sangre de un ser humano,
otro ser humano derramará la suya,
porque Dios creo al ser humano
a su propia imagen.
7Ustedes sean fecundos y multiplíquense; pueblen la tierra y domínenla.[#9,7: En realidad, el texto hebreo dice: lo que supone una redundancia con la primera parte de la frase. Por eso BHS sugiere aceptar una leve modificación consonántica y leer —inspirándonos en 1,28—:]
8Dios siguió diciéndoles a Noé y sus hijos:
9— Miren, yo establezco mi alianza con ustedes, con sus descendientes,
10y con todos los animales que los han acompañado: aves, ganados y bestias; con todos los animales que salieron del arca y ahora pueblan la tierra.
11Esta es mi alianza con ustedes: la vida no volverá a ser exterminada por la aguas del diluvio, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra.[#9,9.11: Esta alianza con Noé, cuya señal es el arco iris, tiene dimensión y alcance cósmicos, ya que se extiende a toda la creación y abarca a todos los seres vivientes. Además, es una alianza eterna e inmutable (vv. 11-12). Por último, es un compromiso unilateral de Dios que se obliga a sí mismo en virtud de una promesa solemne, sin imponer ninguna obligación a Noé.]
12Y Dios añadió:
— Esta es la señal de la alianza que establezco para siempre con ustedes y con todos los animales que los han acompañado:
13he puesto mi arco en las nubes como un signo de mi alianza con la tierra.[#9,13: Se trata evidentemente del arco iris que cobra aquí el valor de señal visible de la alianza de Dios con la humanidad, así como la circuncisión es el signo o señal de la alianza de Dios con Abrahán (Gn 17). El arco iris también tendrá a partir de ahora el valor de recordatorio o memorial, ya que él hace presente a Dios la promesa de no enviar un nuevo diluvio sobre la tierra .]
14Cuando yo cubra la tierra de nubes y en ellas aparezca el arco,
15me acordaré de la alianza que he establecido con ustedes y con todos los animales, y las aguas del diluvio no los volverán a aniquilar.
16Cada vez que aparezca el arco entre las nubes, yo lo veré y me acordaré de la alianza eterna entre Dios y todos los seres vivos que pueblan la tierra.
17Dios dijo a Noé:
— Esta es la señal de la alianza que establezco con todos los seres vivos que pueblan la tierra.
18Los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet. Cam fue el padre de Canaán.[#9,18: Desde el siglo XVI a. C., el nombre designa a la población urbana y comerciante de la costa mediterránea. Este pasaje relaciona a Canaán con Cam, que es uno de los nombres de Egipto, porque Egipto dominó la región costera desde el siglo XVI hasta el siglo XII a. C.; #6,10; 10,1.]
19A partir de estos tres hijos de Noé y sus descendientes se pobló toda la tierra.
20Noé comenzó a cultivar la tierra y plantó una viña.
21Pero, al beber vino, se emborrachó y quedó tendido desnudo en medio de su tienda.
22Cuando Cam, el padre de Canaán, vio a su padre desnudo, salió a contárselo a sus dos hermanos.
23Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, se lo echaron sobre los hombros de ambos y taparon a su padre con él; para no verlo desnudo, caminaron de espaldas y mirando hacia otro lado.
24Cuando se le pasó a Noé la borrachera y se enteró de lo que le había hecho su hijo menor,
25dijo:
¡Maldito sea Canaán!
¡Será esclavo para sus hermanos,
el último de los esclavos!
26Y agregó:
¡Bendito sea el Señor, Dios de Sem!
¡Que Canaán sea su esclavo!
27¡Que Dios engrandezca a Jafet,
para que habite en los campamentos de Sem,
y Canaán sea su esclavo!
28Después del diluvio, Noé vivió trescientos cincuenta años,
29y a la edad de novecientos cincuenta años murió.