ISAÍAS 7

La fe por encima del abatimiento

1En tiempo de Ajaz, hijo de Jotán y nieto de Ozías, rey de Judá, subieron a Jerusalén Rasín, rey de Siria, y Pécaj, hijo de Remalías, rey de Israel, con ánimo de atacarla, pero no consiguieron conquistarla.[#7,1: Todo esto sucedió en el marco de la llamada guerra siro-efraimita (año 734 a. C.): Damasco e Israel se alían contra Asiria y atacan a Judá por negarse a entrar en la coalición. En realidad, el desenlace del conflicto fue desastroso tanto para Damasco e Israel que sufrieron una severa derrota, como para Judá que fue sometida a vasallaje.; #2 Re 16,5-9.]

2Comunicaron al heredero de David que los sirios habían acampado en Efraín. Entonces se estremeció su corazón y también el corazón de su pueblo lo mismo que los árboles del bosque azotados por el viento.

3Dijo el Señor a Isaías:

— Sal al encuentro de Ajaz con tu hijo Sear Jasub. Dirígete al extremo del canal de la Alberca Superior, a la calzada del Campo del Batanero,

4y dile: “Sé prevenido y ten calma. No temas, ni flaquee tu ánimo por esos dos tizones humeantes, es decir, por el ardor colérico de Rasín y de los sirios, y por el hijo de Remalías.[#7,4: Imagen de la impotencia de los reyes de Siria e Israel: son como humo inofensivo.]

5Es verdad que los sirios y Efraín, acaudillado por el hijo de Remalías, han planeado tu desgracia decidiendo

6atacar a Judá, sitiarla y abrir brecha en ella con la intención de establecer como rey al hijo de Tabel”.

7Pero así dice el Señor Dios:

No tendrá éxito ni prosperará:

8Damasco es la capital de Siria,

y Rasín el capitoste de Damasco;

9Samaría es la capital de Efraín,

y el hijo de Remalías el capitoste de Samaría.

8Dentro de sesenta y cinco años,[#7,8b: En realidad, el asedio y la destrucción de Samaría, capital de Israel-Efraín, tendrá lugar pocos años después (en los años 722—721 a. C.). Por esta razón, algunos críticos piensan que la cifra ha sido alterada.]

Efraín será aniquilado,

dejará de ser nación.

9Si no creen, no durarán.[#7,8-9: Este parece ser el orden lógico de los vv. 8-9, un tanto revueltos en el texto hebreo que ha llegado a nosotros.]

10El Señor volvió a hablar a Ajaz en estos términos:

11— Pide una señal al Señor tu Dios, bien en lo profundo del abismo bien en lo alto del cielo.[#2 Re 20,8-11; Jr 44,29-30; Mt 12,38-39.]

12Pero Ajaz respondió:

— No pienso pedirla, para no tentar al Señor.

13Contestó entonces [Isaías]:

— Escucha, heredero de David, ¿les parece poco cansar a simples humanos que tratan también de cansar a mi Dios?

14Pues bien, será el propio Señor quien les dará una señal: Véanla, la joven está embarazada y va a dar a luz un hijo, al que llamará Dios-con-nosotros.[#7,14: En hebreo . Se trata de un nombre a todas luces simbólico para indicar la protección liberadora de Dios simbolizada en el nacimiento de un niño, el hijo del rey, que asegurará la permanencia de la dinastía davídica. La tradición judía hizo una lectura mesiánico-escatológica del texto y la tradición cristiana, basándose en esta lectura, aplicará a Cristo el título de Emmanuel.; #Mi 5,2; Mt 1,23.]

15Comerá requesón y miel mientras aprende a rechazar el mal y a elegir el bien.[#7,22; (ver Gn 2,9; Dt 1,39; 1 Re 3,9).]

16Pues antes de que el niño aprenda a rechazar el mal y a elegir el bien, quedará arrasado el país de los dos reyes que te hacen la vida imposible.

17Pero el Señor hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre tu dinastía días como no los ha habido desde que Efraín se separó de Judá.[#7,17: El texto hebreo añade una glosa aclaratoria:]

Amenaza devastadora

18Aquel día[#7,18: Esta connotación temporal resuena cuatro veces en el poema para subrayar el carácter ineludible de la amenaza.]

el Señor silbará a los tábanos

del confín del delta de Egipto

y a las abejas del país de Asiria.

19Vendrán todas y se posarán

en las gargantas de los desfiladeros,

en las grietas de las rocas,

en los matojos espinosos

y en todo abrevadero.

20Aquel día lo afeitará el Señor,

con navaja alquilada allende el Éufrates,

la cabeza y el pelo de sus partes,

y rapará asimismo su barba.

21Aquel día criará cada cual

una novilla y dos ovejas,

22y habrá tantísima leche

que podrán comer requesón;

pues requesón y miel comerán

todos los que queden en el país.

23Aquel día, aunque las fincas

contengan mil cepas,

aunque valgan mil siclos de plata,

cardos y zarzas darán.

24Con arcos y flechas penetrarán allí,

pues cardos y zarzas será el país.

25En los montes,

antes escardados con escarda,

ya no penetrarán por miedo

a tantos cardos y zarzas:

serán pastizal de vacas,

lugar hollado por ovejas.

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain