JEREMÍAS 7

Discurso sobre el Templo

1Palabra que recibió Jeremías de parte del Señor:

2Ponte en la puerta del Templo del Señor y proclama allí esta palabra. Dirás: Escuchen la palabra del Señor, judaítas todos que entran por estas puertas para postrarse ante el Señor.[#17,19-20.]

3Así dice el Señor del universo, Dios de Israel: Mejoren su conducta y sus acciones, y habitaré entre ustedes en este lugar.[#18,11; Is 1,16; Am 5,14.]

4No confíen en las mentiras de quienes dicen: “Este es el Templo del Señor, el Templo del Señor, el Templo del Señor”.

5Si mejoran su conducta y sus acciones; si actúan con justicia entre unos y otros;

6si no oprimen al huérfano y a la viuda; si no derraman sangre inocente en este lugar; si no van tras dioses extraños para su desgracia,[#Ex 22,20-21; Dt 21,8.]

7entonces habitaré entre ustedes en este lugar, en la tierra que di a sus antepasados antaño y para siempre.

8Ustedes confían en mentiras que no sirven de nada.

9Roban, matan, cometen adulterio, juran en falso, ofrecen incienso a Baal, van tras dioses extraños que no conocían,[#Ex 20,13-16+.]

10¿y vienen después a ponerse ante mí, en este Templo que lleva mi nombre, diciendo “Estamos a salvo”, para seguir cometiendo todas esas abominaciones?

11¿Piensan que es una cueva de bandidos este Templo que lleva mi nombre? ¡Pero si yo mismo lo he visto! —oráculo del Señor—.[#Mt 21,13.]

12Vayan a mi santuario de Siló, en el que habité al principio; vean lo que hice con él por la maldad de mi pueblo Israel.[#7,12: Durante muchos años, el santuario de Siló había sido el principal santuario de las tribus del centro (ver Jos 18,1-10; 22,9-12; Jue 21,19; 1 Sm 1—4). Jeremías, que era benjaminita, debía de conocer bien las tradiciones relativas a este santuario.; #26,6; 1 Sm 1—4.]

13En consecuencia, por haber perpetrado todas estas acciones —oráculo del Señor—, porque les hablé sin descanso y no me escucharon, porque los llamé y no respondieron,

14pienso hacer con este Templo que lleva mi nombre, en el que confían, y con el lugar que di a sus antepasados y a ustedes, lo mismo que hice con Siló.

15Los arrojaré de mi presencia como arrojé a sus hermanos, a toda la estirpe de Efraín.[#7,15: en este contexto alude al Reino del Norte, que más de un siglo antes había sido borrado del mapa político del Oriente Próximo.]

16En cuanto a ti, no intercedas por este pueblo, ni eleves por ellos gritos ni súplicas; no insistas ante mí, pues no pienso escucharte.[#11,14; 14,11; Ex 32,9-10.]

17¿No ves lo que están haciendo en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?

18Los hijos recogen palos, los padres hacen fuego y las mujeres amasan para hacer tortas votivas a la Reina del Cielo, y derraman libaciones en honor de dioses extraños, con el fin de irritarme.[#7,18: Probablemente Astarté, diosa principal del panteón asirio-babilónico.; #44,17+.]

19¿Y piensan que me irritan a mí —oráculo del Señor—? ¿No se hacen daño a sí mismos, para su propia vergüenza?

20Por eso, así dice el Señor Dios: Voy a derramar mi ira y mi cólera sobre este lugar, sobre personas y animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra; arderán y no se apagarán.

21Así dice el Señor del universo, Dios de Israel:

— ¡Ofrezcan, si quieren, holocaustos y sacrificios, y coman la carne!

22Pero cuando saqué a sus antepasados del país de Egipto, no les hablé ni les di instrucciones sobre holocaustos o sacrificios;[#7,22: De aquí se deduciría que, según Jeremías, todos los códigos rituales del Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, que la tradición del Pentateuco relaciona con Moisés y el desierto, fueron incluidos en la Torá en una época posterior.]

23sólo les impuse este precepto: Háganme caso, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo; sigan por el camino que yo les ordene, para que todo les vaya bien.[#11,4; 24,7; 31,1.33; 32,38; Ex 6,7; Lv 26,12; Ez 11,20; 14,11; 36,28; 37,23; Za 8,8; Ba 2,35.]

24Pero no escucharon ni prestaron atención; más bien siguieron su propio parecer, la maldad de su mente retorcida; me dieron la espalda en lugar de volver su rostro hacia mí.[#11,8; 17,23; 25,4; 26,5; 29,19; 35,11; 44,4-5; 2 Re 17,13-16; 2 Cr 36,15-16; Ez 3,7.]

25Desde el día en que salieron sus antepasados del país de Egipto hasta el día de hoy, les he estado enviando sin descanso a mis siervos los profetas.[#7,25: Sin duda en sentido amplio, es decir, de personalidades que guiaron a Israel con su palabra por la senda del yahvismo.]

26Pero no me escucharon ni prestaron atención; se hicieron más tercos y se portaron peor que sus antepasados.

27Les repetirás esto palabra por palabra, pero no te escucharán; los llamarás, pero no te contestarán.

28Dirás en su presencia: “Esta es la nación que no obedeció al Señor su Dios, que no aprendió la lección; la sinceridad ha desaparecido, ha sido extirpada de su boca”.

29Corta tu melena de consagrado, tírala por ahí, y entona en las dunas esta endecha, pues el Señor ha rechazado y abandonado a la generación que se ha hecho objeto de su cólera.[#7,29: La melena larga era una de las señales del nazireato, como en el caso de Sansón (Jue 13,5) o de Samuel (1 Sm 1,11). El nazir, o nazireo, había sido consagrado al Señor desde el seno materno para el servicio del pueblo. Al ordenarle que renuncie a su nazireato, el Señor está pidiendo a Jeremías (ver 7,16) que deje de interceder por el pueblo.]

30En efecto, la gente de Judá hizo lo que me parece mal —oráculo del Señor—: instalaron ídolos en el Templo que lleva mi nombre, y lo contaminaron;[#7,30: Lit.; #19,5-6; Lv 18,21+; 2 Re 21,4-6.]

31construyeron recintos sagrados en el Tófet, que está en el valle de Ben Hinón, para quemar allí a sus hijos e hijas, algo que no les mandé hacer y que ni siquiera me pasó por la imaginación.[#7,31: El “Tófet” era al parecer una zona restringida del valle de Ben Hinón donde se quemaban las basuras y donde, según este texto, llegaron a hacerse sacrificios humanos; un lugar radicalmente profano y sacrílego. Jeremías lo menciona de nuevo en 19,6-14; ver también Is 30,33.]

32Así que llegan días —oráculo del Señor— en que ya no se llamará Tófet ni valle de Ben Hinón, sino valle de la Matanza, y enterrarán en el Tófet por falta de sitio.

33Los cadáveres de este pueblo servirán de alimento a las aves y a las bestias carroñeras, y nadie las ahuyentará.[#16,4; 34,20.]

34Haré que enmudezcan en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén las voces alegres de fiesta, las canciones del novio y de la novia, pues el país quedará en ruinas.[#16,9; 25,10; 33,11; Ap 18,23.]

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain