The chat will start when you send the first message.
1Boaz fue a sentarse a la puerta de la ciudad y cuando pasó el rescatador del que antes había hablado, lo llamó:[#4,1: Las puertas de las ciudades eran los foros donde se dirimían los asuntos públicos.]
— Oye, paisano, acércate y siéntate aquí.
Él se acercó y se sentó.
2Luego convocó a diez ancianos de la ciudad y les dijo:[#4,2: Estos diez ancianos actúan como una especie de consejo municipal y, a la vez, como testigos que han de legitimar las posibles resoluciones.]
— Siéntense aquí.
Y ellos se sentaron.
3Entonces Boaz dijo al rescatador:
— Noemí, que ha vuelto de las tierras de Moab, vende la parcela de tierra que pertenecía a nuestro pariente Elimélec.
4He pensado hacértelo saber y decirte que la compres delante de los presentes y de los ancianos del pueblo. Si quieres rescatarla, rescátala. Y si no quieres, dímelo, para que yo lo sepa; pues a ti te corresponde el derecho de rescate antes que a mí.[#4,4: Al defensor legal correspondía el derecho de protección y rescate de la propiedad amenazada de venta para mantener la integridad del patrimonio familiar (ver nota a 2,20).]
El otro contestó:
— Sí, la compro.
5Pero Boaz le dijo:
— Si te haces cargo del campo de Noemí, también debes hacerte cargo de Rut, la moabita, la esposa del difunto, a fin de conservar su apellido junto a su heredad.
6Entonces dijo el rescatador:
— En ese caso yo no puedo hacerlo, porque perjudicaría a mis herederos. Te cedo mi derecho de rescate, pues yo no puedo ejercerlo.
7Antiguamente existía en Israel esta costumbre: cuando se trataba del derecho de rescate o de intercambios, uno se quitaba su sandalia y se la daba al otro para cerrar el trato. Y así se daba fe.[#4,7: La explicación del gesto de la sandalia como signo de propiedad pone en evidencia la distancia del narrador y sus destinatarios respecto a la costumbre aludida. En Dt 25,9 un gesto parecido servía para denunciar el incumplimiento de la obligación del levirato por parte del pariente más próximo.; #Dt 25,9.]
8Así, pues, el rescatador dijo a Boaz:
— Compra tú la parcela.
Luego se quitó la sandalia y se la dio.
9Entonces Boaz dijo a los ancianos y a todos los presentes:
— Ustedes son hoy testigos de que adquiero todas las posesiones de Elimélec y las de Majlón y Quilión de manos de Noemí;
10y de que también tomo como esposa a Rut, la moabita, mujer de Majlón, para conservar el apellido del difunto junto a su heredad y para que no desaparezca su nombre entre sus parientes y en su ciudad. Ustedes son testigos.
11Todos los que estaban en la puerta de la ciudad y los ancianos dijeron:
— Sí, somos testigos. Que el Señor haga a la mujer que va a entrar hoy en tu casa como a Raquel y Lía, las dos que edificaron la casa de Israel. Que hagas fortuna en Efrata y adquieras fama en Belén.
12Que por la descendencia que el Señor te conceda de esta joven, tu familia sea como la de Peres, el hijo que Tamar dio a Judá.[#Gn 38,29; Mt 1,3.]
13Entonces Boaz tomó a Rut y la convirtió en su esposa. Se unió a ella y el Señor hizo que concibiera y diera a luz un hijo.
14Las mujeres decían a Noemí:
— ¡Bendito sea el Señor que no te ha privado hoy de un rescatador que será famoso en Israel!
15El niño te dará nuevos ánimos y te sostendrá en la vejez, pues te lo ha dado tu nuera, la que tanto te ama y es para ti más valiosa que siete hijos.[#1 Sm 1,8.]
16Noemí tomó en brazos al niño, lo recostó en su regazo y se convirtió en su nodriza.
17Las vecinas le querían poner nombre, diciendo:
— ¡Noemí ha tenido un hijo!
Así que le llamaron Obed. Fue el padre de Jesé y el abuelo de David.
18Estos son los descendientes de Peres: Peres engendró a Jesrón,
19Jesrón a Ram, Ram a Aminadab,
20Aminadab a Najsón, Najsón a Salmá,
21Salmá a Boaz, Boaz a Obed,
22Obed a Jesé y Jesé a David.[#1 Cr 2,5-15; Mt 1,3-6; Lc 3,31-33.]