SABIDURÍA 10

III.— LA PROVIDENCIA DIVINA EN LA HISTORIA DE ISRAEL (10—19)

La sabiduría protege a los patriarcas

1La sabiduría otorgó su protección

al primer ser humano modelado,

al que fue padre del mundo

y que, cuando fue creado, estaba solo.

Ella lo levantó después de su caída

2y le dio poder para dominar todas las cosas.[#Gn 1,26-30; 2,18; 9,1-7.]

3Pero cuando el malvado [Caín],[#10,3: Los nombres de los personajes bíblicos que en este pasaje han sido colocados entre corchetes (Caín, Noé, Abrahán, Lot, Jacob; José, Moisés) no figuran expresamente en el texto griego. Se da así al pasaje un cierto aire de misterio y los personajes en cuestión adquieren más fácilmente la categoría de símbolos.]

llevado de su ira, se apartó de ella,

pereció a causa de su odio fratricida.

4Y cuando por su culpa la tierra fue anegada,

de nuevo la sabiduría la salvó,

guiando al justo [Noé] sobre una frágil barca.

5Y cuando las naciones se confabularon

para cometer el mal y fueron confundidas,

ella fue quien se fijó en el justo [Abrahán]

y lo mantuvo luego sin mancha ante Dios,

haciendo que no se quebrara su firmeza,

a pesar del amor que sentía por su hijo.

6Igualmente ella fue la que salvó al justo [Lot]

librándole del fuego que arrasó cinco ciudades

el día en que aquellos impíos fueron aniquilados.

7Como testimonio de maldad,

todavía humea aquella tierra desolada,

las plantas dan frutos que nunca maduran

y, en recuerdo de una persona incrédula,

allí se levanta una estatua de sal.

8Como se apartaron del camino de la sabiduría,

no sólo se incapacitaron para conocer el bien,

sino que legaron a la historia el recuerdo de su necedad;

de este modo no quedarían ocultos sus errores.

9La sabiduría, en cambio, sacó de apuros a sus servidores.

10Al justo [Jacob], que huía de la ira de su hermano,

ella lo condujo por caminos seguros,

le mostró el reino de Dios

y le dio el conocimiento de las cosas santas;

hizo que prosperara en sus trabajos

y multiplicó el fruto de sus esfuerzos.

11Lo amparó frente a la codicia de sus opresores

y lo enriqueció en gran manera;

12lo protegió contra sus enemigos

y lo defendió de quienes lo acechaban;

tras un duro combate lo recompensó

para enseñarle que de todo triunfa la piedad.

13Ni abandonó al justo [José] cuando fue vendido,

sino que lo libró de caer en pecado;

14bajó con él a la mazmorra

y no se olvidó de él en la cárcel,

sino que le confió el poder mismo del rey

y le dio autoridad sobre sus opresores;

así puso en evidencia la falsedad de sus difamadores

y lo rodeó de gloria para siempre.

La sabiduría y el éxodo de Israel

15La sabiduría liberó de gentes opresoras

a un pueblo santo, a una nación sin culpa.

16Entró en el alma de [Moisés], siervo del Señor,

e hizo frente a reyes temibles con milagros y señales.

17Dio a los santos la recompensa de sus trabajos

y los condujo por sendas maravillosas;

fue para ellos una sombra protectora durante el día

y un fulgor de estrellas por la noche.

18Les abrió camino a través del mar Rojo

y los hizo pasar entre grandes caudales de agua.

19Sumergió, en cambio, a sus enemigos

y luego hizo que emergieran del fondo del abismo.

20De esta manera los justos despojaron a los impíos,[#10,20: Este dato no consta en la Biblia; debía, pues, formar parte de una tradición judía transmitida oralmente que completaría lo dicho en Ex 14,36.]

ensalzaron, Señor, tu santo nombre

y alabaron unánimes tu mano protectora;

21porque la sabiduría abrió la boca de los mudos

y desató la lengua de los niños.

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain