Hebreos 1

Hebreos 1

Dios ha hablado por medio de su Hijo

1En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los profetas.[#1.1 las generaciones anteriores del pueblo hebreo, en tiempos del AT.; #1.1 en general los autores del AT.]

2Ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas.

3Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de limpiarnos de nuestros pecados, se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios,[#1.3 Cf. Jn 1.4-9,14 .; #1.2-3 Así como en Jn 1.1-3,14-18; 1 Co 8.6; Col 1.15-17, el Hijo de Dios, por medio de quien Dios creó los mundos (v. 2) y quien sostiene todas las cosas, es el que ahora nos ha hablado para darnos la revelación de Dios. Véase Jn 1.1 n.; #1.3 referencia a la obra sacerdotal de Cristo, tema que será tratado más a fondo en Heb 9.11—10.18.; #1.3 manera tradicional de referirse al Cristo exaltado y glorificado (Mc 14.62; Lc 22.69; Hch 2.33), basada en Sal 110.1. Véase 1.13 n., y cf. también 8.1; 10.12; 12.2.]

4y ha llegado a ser superior a los ángeles, pues ha recibido en herencia un título mucho más importante que el de ellos.[#1.4 Cf. 1.2,5.]

5Porque Dios nunca dijo a ningún ángel:[#1.5-14 El autor cita una serie de siete pasajes del AT, considerados como profecías mesiánicas, para demostrar que Jesucristo es superior a los ángeles y a la creación entera.]

«Tú eres mi Hijo;

yo te he engendrado hoy.»

Ni dijo tampoco de ningún ángel:

«Yo seré un padre para él,

y él será un hijo para mí.»

6Pero en otro lugar, al presentar a su Hijo primogénito al mundo, dice:

«Que todos los ángeles de Dios lo adoren.»

7Respecto a los ángeles, Dios dice:

«Hace que sus ángeles sean como vientos,

y como llamas de fuego sus servidores.»

8Pero respecto al Hijo, dice:

«Tu reinado, oh Dios, es eterno,

y es un reinado de justicia.

9Has amado lo bueno y odiado lo malo;

por eso te ha escogido Dios, tu Dios,

y te ha colmado de alegría

más que a tus compañeros.»

10También dice:

«Tú, oh Señor, afirmaste la tierra desde el principio;

tú mismo hiciste el cielo.

11Todo ello dejará de existir,

pero tú permaneces para siempre.

Todo ello se gastará como la ropa;

12¡lo doblarás como se dobla un vestido,

lo cambiarás como quien se cambia de ropa!

Pero tú eres el mismo;

tu vida no terminará.»

13Dios nunca dijo a ninguno de los ángeles:

«Siéntate a mi derecha,

hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies.»

14Porque todos los ángeles son espíritus al servicio de Dios, enviados en ayuda de quienes han de recibir en herencia la salvación.[#1.14 Lit. espíritus servidores (cf. Sal 34.7 [8]; 91.11 ; Mt 4.11; Lc 1.19).; #1.14 El autor vuelve a este tema en Heb 2.3-4,10,14-18; 5.9, y trata de la obra salvadora de Jesús especialmente en los caps. 7—10.]

Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Published by: United Bible Societies