Salmos 7

Salmos 7

Plegaria en que se pide vindicación

1Señor, mi Dios, en ti confío;

¡ponme a salvo de los que me persiguen!

2¡No permitas que, como leones, me desgarren;

que me destrocen sin que nadie me defienda!

3Señor, mi Dios, ¿qué mal he cometido?

¿Acaso hay maldad en mis manos?

4¿Acaso les he pagado mal a mis aliados

dejando sin más en libertad a nuestros adversarios?

5Si es así, ¡que el enemigo me persiga!

¡Que me alcance y me haga rodar por tierra!

¡Que ponga mi honor por los suelos!

6Señor, ¡levántate, y en tu furor

enfréntate a la furia de mis adversarios!

¡Despierta, y dicta tu sentencia en mi favor!

7Rodeado entonces de todas las naciones,

reinarás sobre ellas desde el alto cielo.

8Tú, Señor, que juzgas a las naciones,

júzgame como corresponde a tu justicia,

y de acuerdo con mi integridad.

9Pon fin a la maldad de los perversos,

pero mantén firme al hombre honrado,

pues tú eres un Dios justo

que examina el corazón y la mente.

10Dios es mi escudo;

él salva a los rectos de corazón.

11Dios es un juez justo,

siempre enojado con la gente malvada.

12Listos tiene el arco y la espada

para actuar contra ellos, si no se arrepienten.

13Listas tiene también armas mortales;

¡ya ha preparado ardientes saetas!

14El malvado concibe hacer el mal;

tan preñado está de maldad

que de él nace la mentira.

15Ha cavado un pozo muy profundo,

y en ese mismo pozo caerá.

16Su maldad se volverá contra él;

sus agravios recaerán sobre él mismo.

17¡Yo alabaré al Señor por su justicia!

¡Cantaré salmos al nombre del Dios altísimo!

Reina Valera Contemporánea™ © Sociedades Bíblicas Unidas, 2009, 2010.
Published by: United Bible Societies