SALMOS 2

He ungido a mi rey en Sión

1¿Por qué las naciones se sublevan

y los pueblos urden planes sin sentido?

2Los reyes de la tierra se rebelan,

los príncipes conspiran juntos

contra el Señor y su ungido:

3“¡Rompamos sus ataduras,

desprendámonos de su yugo!”.

4El que habita en el cielo se ríe,

el Señor se burla de ellos.

5Les habla entonces con furia,

con su ira los atemoriza:

6“He ungido a mi rey

en Sión, mi monte santo”.

7Voy a proclamar el mandato del Señor.

Él me ha dicho: “Tú eres mi hijo,

yo te he engendrado hoy.

8Pídemelo y te daré las naciones en herencia,

los confines de la tierra en heredad.

9Los aplastarás con cetro de hierro,

los destrozarás cual vasija de alfarero”.

10Y ahora, reyes, reflexionen,

recapaciten, jueces de la tierra.

11Sirvan al Señor con reverencia,

festéjenlo emocionados,

12[besen al hijo],[#2,12: Traducción literal de un texto hebreo oscuro que BHS propone suprimir. En realidad puede tratarse de una glosa tardía introducida cuando el salmo adquirió un sentido mesiánico monárquico. Es posible que se aluda al beso que solía darse al rey en los pies en señal de acatamiento y reverencia.]

no sea que se enoje y anden perdidos

al estallar de repente su ira.

¡Dichosos los que en él confían!

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain