Salmos 9

SALMO 9 (9a)

Alabanzas a la justicia de Dios

2Oh Señor,

quiero alabarte con todo el corazón

y contar tus muchas maravillas.

3Oh Altísimo,[#9.3 título muy antiguo de Dios, que afirma su autoridad y dominio universales. Cf. Gn 14.18; Sal 47.3; 83.19.]

por ti quiero gritar lleno de alegría;

¡quiero cantar himnos a tu nombre!

4Mis enemigos huyen delante de ti;

caen y mueren.

5Tú eres juez justo:

te has sentado en tu trono, para hacerme justicia.

6Has reprendido a los paganos,

has destruido a los malvados,

¡has borrado su recuerdo para siempre!

7El enemigo ha muerto,

y con él han muerto sus ciudades;

tú las destruiste,

y no quedó de ellas ni el recuerdo.

8Pero el Señor es Rey por siempre;

ha afirmado su trono para el juicio:

9juzgará al mundo con justicia,

dictará a los pueblos justa sentencia.

10El Señor protege a los oprimidos;

él los protege en tiempos de angustia.

11Señor,

los que te conocen, confían en ti,

pues nunca abandonas a quienes te buscan.

12Canten himnos al Señor, que reina en Sión;

anuncien a los pueblos lo que ha hecho.

13Dios se acuerda de los afligidos[#9.13 lit. el que demanda las sangres, es decir, el que no deja sin castigo a los asesinos. La palabra sangres, en plural, designa siempre, en el lenguaje bíblico, la sangre humana derramada por medio de la violencia. Cf. Gn 4.10.]

y no olvida sus lamentos;

castiga a quienes les hacen violencia.

14Señor, ten compasión de mí,

mira cómo me afligen los que me odian,

¡sácame de las puertas de la muerte!

15Y así, a las puertas de Jerusalén,

diré a todo el mundo que tú eres digno de alabanza,

y que yo soy feliz porque me has salvado.

16Los paganos caen en su propia trampa;

sus pies quedan atrapados

en la red que ellos mismos escondieron.

17El Señor se ha dado a conocer:

¡ha hecho justicia!

El malvado queda preso

en la trampa tendida por él mismo.

18Los malvados y paganos,

los que se olvidan de Dios,

acabarán en el reino de la muerte;

19pues no siempre serán olvidados los pobres,

ni para siempre se perderá su esperanza.

20Levántate, Señor;

no consientas la altanería del hombre;

¡juzga a los paganos en tu presencia!

21Hazles sentir temor, Señor;

¡hazles saber que no son más que hombres!

Texto Bíblico: Dios habla hoy © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1994.
Published by: United Bible Societies