Hechos 2

1Y COMO se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos;[#Lv. 23.15.; #46. 1.14.]

2Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual hinchió toda la casa donde estaban sentados;[#4.31.]

3Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentó sobre cada uno de ellos.[#Mt. 3.11.]

4Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen.[#4.31 y 13.52.; #Mr. 16.17. 10.46 y 19.6. 1 Co. 12.10,28,30.]

5Moraban entonces en Jerusalem Judíos, varones religiosos, de todas las naciones debajo del cielo.

6Y hecho este estruendo, juntóse la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar su propia lengua.

7Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: He aquí ¿no son Galileos todos estos que hablan?[#Mr. 14.70. 1.11]

8¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en que somos nacidos?

9Partos y Medos, y Elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea y en Capadocia, en el Ponto y en Asia,

10En Phrygia y Pamphylia, en Egipto y en las partes de Africa que está de la otra parte de Cirene, y Romanos extranjeros, tanto Judíos como convertidos,[#Mt. 23.15.]

11Cretenses y Arabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.

12Y estaban todos atónitos y perplejos, diciendo los unos á los otros: ¿Qué quiere ser esto?

13Mas otros burlándose, decían: Que están llenos de mosto.

14Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y hablóles diciendo: Varones Judíos, y todos los que habitáis en Jerusalem, esto os sea notorio, y oid mis palabras.

1 Discurso de Pedro

2 en el día de Pentecostés.

15Porque éstos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo la hora tercia del día;

16Mas esto es lo que fué dicho por el profeta Joel:

17Y será en los postreros días, dice Dios,[#Jl. 2.28-32.]

Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,

Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;

Y vuestros mancebos verán visiones,

Y vuestros viejos soñarán sueños:

18Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días

Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

19Y daré prodigios arriba en el cielo,

Y señales abajo en la tierra,

Sangre y fuego y vapor de humo:

20El sol se volverá en tinieblas,[#Mt. 24.29.]

Y la luna en sangre,

Antes que venga el día del Señor,

Grande y manifiesto;

21Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.[#Ro. 10.13.]

22Varones Israelitas, oid estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros en maravillas y prodigios y señales, que Dios hizo por él en medio de vosotros, como también vosotros sabéis;[#Lc. 24.19.; #Jn. 3.2.]

23A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;[#Lc. 22.22. 3.18 y 4.28; #5.30.]

24Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido de ella.[#32]

25Porque David dice de él:

Veía al Señor siempre delante de mí:

Porque está á mi diestra, no seré conmovido.

26Por lo cual mi corazón se alegró, y gozóse mi lengua;

Y aun mi carne descansará en esperanza;

27Que no dejarás mi alma en el infierno,[#13.35.]

Ni darás á tu Santo que vea corrupción.

28Hicísteme notorios los caminos de la vida;

Me henchirás de gozo con tu presencia.

29Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fué sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta del día de hoy.[#Neh. 3.16.]

30Empero siendo profeta, y sabiendo que con juramento le había Dios jurado que del fruto de su lomo, cuanto á la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono;[#Sal. 132.11. Ro. 1.3.]

31Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fué dejada en el infierno, ni su carne vió corrupción.[#27; #2.31 Sepulcro .]

32A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.[#24. 3.15,26 y 4.10,33 y 5.30 y 10.40 y 13.30,33,34 y 17.31. Ro. 4.24. 1 Co. 6.14 y 15.15. 2 Co. 4.14. Ga. 1.1. Ef. 1.20. Col. 2.12. 1 Ts. 1.10. 2 Ti. 2.8. He. 13.20. 1 P. 1.21.; #Lc. 24.48.]

33Así que, levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.[#1.4.]

34Porque David no subió á los cielos; empero él dice:

Dijo el Señor á mi Señor:

Siéntate á mi diestra,

35Hasta que ponga á tus enemigos por estrado de tus pies.

36Sepa pues ciertísimamente toda la casa de Israel, que á éste Jesús que vosotros crucificasteis, Dios ha hecho Señor y Cristo.[#Lc. 2.11.]

37Entonces oído esto, fueron compungidos de corazón, y dijeron á Pedro y á los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?[#Lc. 3.10.]

38Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.[#Lc. 24.47. 3.19 y 20.21; #8.15,16 y 22.16.; #Mt. 26.28.; #10.45.]

39Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.[#Is. 54.13. Jl. 2.28.; #Ef. 2.13,17.]

1 Los primeros convertidos.

2 Curación de un cojo.

40Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.

41Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas á ellos aquel día como tres mil personas.[#4.4.]

42Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones.[#1.14 y 6.4.; #Lc. 22.19.]

43Y toda persona tenía temor: y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.[#5.5,11.]

44Y todos los que creían estaban juntos; y tenían todas las cosas comunes;[#4.32.]

45Y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas á todos, como cada uno había menester.[#4.34.]

46Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón,[#Lc. 24.53. 3.1 y 5.20,21,25,42; #42; #Jn. 16.22.]

47Alabando á Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día á la iglesia los que habían de ser salvos.[#Lc. 24.53.; #5.14 y 11.24.]

Reina-Valera 1909 - Dominio público. Fue realizada por Sociedades Bíblicas Unidas y publicada por primera vez en 1909.
Published by: United Bible Societies