2 CRÓNICAS 10

IV.— HISTORIA DEL REINO DE JUDÁ (10—36)

Roboán y la división del reino

(1 Re 12,1-19)

1Roboán fue a Siquén, adonde había acudido todo Israel para proclamarlo rey.[#10,1: Ver nota a 1 Re 12,1; #Jos 24,1.]

2Cuando se enteró Jeroboán, hijo de Nabat, que se había refugiado en Egipto huyendo del rey Salomón, regresó de Egipto,

3pues lo habían mandado llamar, y Jeroboán llegó con toda la asamblea de Israel para decir a Roboán:

4— Tu padre nos impuso un yugo insoportable. Si tú aligeras ahora la dura servidumbre y el yugo insoportable que tu padre nos impuso, nosotros te serviremos.[#10,4: Ver nota a 1 Re 12,4.]

5Él les respondió:

— Vuelvan a verme dentro de tres días.

La gente se marchó

6y el rey Roboán pidió consejo a los ancianos que habían asistido a su padre Salomón mientras vivió:

— ¿Qué me aconsejan responder a esta gente?

7Ellos le dijeron:

— Si te portas bien con esta gente, si los complaces y les respondes con buenas palabras, ellos te servirán de por vida.

8Pero Roboán desoyó el consejo que le dieron los ancianos y consultó a los jóvenes que se habían criado con él y estaban a su servicio.

9Él les preguntó:

— ¿Qué me aconsejan ustedes responder a esta gente que me ha pedido que les suavice el yugo que les impuso mi padre?

10Los jóvenes que se habían criado con él le respondieron:

— Esa gente te ha dicho: “Tu padre nos impuso un yugo insoportable, aligéranoslo tú”. Respóndeles así: “Mi dedo meñique es más gordo que la cintura de mi padre:

11si mi padre los cargó con un yugo insoportable, yo aumentaré su carga; si mi padre los castigaba con azotes, yo lo haré a latigazos”.

12Al tercer día, Jeroboán y todo el pueblo fueron a ver a Roboán, tal y como el rey les había dicho.

13Pero el rey les respondió con dureza: desoyó el consejo de los ancianos,

14y les habló siguiendo el consejo de los jóvenes:

— Mi padre les impuso un yugo insoportable, pero yo aumentaré su carga. Mi padre los castigó con azotes, pero yo lo haré a latigazos.

15Y el rey no quiso escuchar al pueblo; así lo había decidido Dios para cumplir de esta manera la promesa que el Señor había hecho a Jeroboán, hijo de Nabat, por medio de Ajías de Siló.[#10,15: Ver 1 Re 11,29-39, pasaje que es omitido por el Cronista.; #1 Re 11,31-39.]

16Cuando todos los israelitas vieron que el rey no les hacía caso, le replicaron diciendo:

— ¡No tenemos nada que ver con David, ni repartimos herencia con el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! Y que ahora David se preocupe de su casa.

Y los israelitas marcharon a sus casas.

17Roboán siguió reinando sobre los israelitas que residían en las ciudades de Judá.

18El rey Roboán envió a Adonirán, jefe de los trabajos forzados, pero los israelitas lo apedrearon hasta matarlo, y entonces el rey Roboán tuvo que apresurarse a subir en su carro para huir a Jerusalén.[#10,18: Hbr. (ver notas a 2 Sm 20,24 y 1 Re 12,18).]

19Así fue como Israel se rebeló contra la dinastía de David hasta el día de hoy.[#10,19: El Cronista omite la ulterior noticia deuteronomista sobre la consagración de Jeroboán como rey de Israel (ver 1 Re 12,20). En adelante silenciará todo lo relativo a los reyes de Israel.]

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain