The chat will start when you send the first message.
1No a nosotros, Señor, no a nosotros,
que sea a tu nombre al que des gloria,
por tu amor y tu bondad.
2¿Por qué las naciones preguntan:
“Dónde se halla su Dios?”.
3¡Nuestro Dios está en el cielo,
todo cuanto quiere hace!
4Los ídolos paganos son plata y oro,[#115,4: Se inicia aquí una descripción satírica (115,4-8) de las divinidades paganas hechas por el ser humano a su imagen y a las que de nada valen sus rasgos antropomórficos por carecer de vida. Para algunos comentaristas, el autor estaría refiriéndose a los dioses del panteón babilónico y recreando, por tanto, un clima de polémica contra los ídolos que tendría como trasfondo el destierro en Babilonia. Sal 135,15-18 repite con ligeras variantes 115,4-8.]
obra de manos humanas.
5Tienen boca y no hablan,
ojos pero no ven,
6oídos pero no oyen,
nariz y no pueden oler;
7tienen manos y no palpan,
tienen pies y no caminan,
con su garganta no emiten sonidos.
8Sean como ellos quienes los hacen,
todo el que en ellos confía.
9Israel, confía en el Señor:
él es tu ayuda y tu escudo;
10casa de Aarón, confía en el Señor:
él es tu ayuda y tu escudo;
11los que veneran al Señor, confíen en él:[#115,11: A partir del exilio esta expresión designa a los paganos que han aceptado la fe israelita, a quienes también se llama “prosélitos”. Ver Hch 2,22; 13,16; 16,4.]
él es la ayuda y el escudo de ustedes.
12El Señor nos recuerda y nos bendice,
bendecirá a la casa de Israel,
bendecirá a la casa de Aarón;
13bendecirá a quienes lo veneran,
a los pequeños y grandes.
14Que el Señor los multiplique,[#115,14: Como manifestación de la bendición de Dios. Ver Dt 1,11.]
a ustedes y a sus hijos,
15que sean bendecidos por el Señor,
creador del cielo y de la tierra.
16El cielo es del Señor,
la tierra se la dio a los humanos.
17Los muertos no alaban al Señor,
ni tampoco quienes bajan al silencio,
18pero nosotros bendecimos al Señor
desde ahora y para siempre.
¡Aleluya!