Salmos 28

Salmos 28

SALMO 28 (27)

El Señor escucha nuestros ruegos

11 (1b) Señor, mi protector,[#28.1 (1b) Lit. mi roca. Véase Sal 18.2 (3) n.]

a ti clamo.

¡No te niegues a responderme!

Pues si te niegas a responderme,

ya puedo contarme entre los muertos.

2Oye mis gritos cuando te pido ayuda,

cuando extiendo mis manos hacia tu santo templo.

3No me arrastres junto con los malvados,

no me hagas correr la suerte de los malhechores,

que por fuera se muestran amistosos

pero por dentro son todo maldad.

4Dales su merecido,

conforme a sus malas acciones;

págales con la misma moneda,

conforme al mal que han cometido.

5Ya que no tienen presentes

las cosas que hizo el Señor,

¡que él los destruya y no los vuelva a levantar!

6¡Bendito sea el Señor, que ha escuchado mis ruegos!

7El Señor es mi poderoso protector;

en él confié plenamente, y él me ayudó.

Mi corazón está alegre;

cantaré y daré gracias al Señor.

8El Señor es la fuerza de su pueblo;

es ayuda y refugio de su rey escogido.

9Salva a tu pueblo, Señor;

bendice a los tuyos.

Cuídalos como un pastor;

¡llévalos en tus brazos para siempre!

Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Published by: United Bible Societies