Salmos 90

¹SEÑOR, tú nos has sido refugio[#Dt. 33.27.]

En generación y en generación.

²Antes que naciesen los montes[#Pr. 8.25,26.]

Y formases la tierra y el mundo,

Y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

1 Fragilidad del hombre.

2 “Al abrigo del Altísimo.”

³Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,

Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.

⁴Porque mil años delante de tus ojos,[#2 P. 3.8.]

Son como el día de ayer, que pasó,

Y como una de las vigilias de la noche.

⁵Háceslos pasar como avenida de aguas; son como sueño;[#Sal. 73.20.]

Como la hierba que crece en la mañana:

⁶En la mañana florece y crece;[#Job 14.2.]

A la tarde es cortada, y se seca.

⁷Porque con tu furor somos consumidos,

Y con tu ira somos conturbados.

⁸Pusiste nuestras maldades delante de ti,[#Jer. 16.17.]

Nuestros yerros á la luz de tu rostro.

⁹Porque todos nuestros días declinan á causa de tu ira;

Acabamos nuestros años como un pensamiento.

¹⁰Los días de nuestra edad son setenta años;

Que si en los más robustos son ochenta años,

Con todo su fortaleza es molestia y trabajo;

Porque es cortado presto, y volamos.

¹¹¿Quién conoce la fortaleza de tu ira,

Y tu indignación según que debes ser temido?

¹²Enséñanos de tal modo á contar nuestros días,[#Sal. 39.4.]

Que traigamos al corazón sabiduría.

¹³Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo?[#Sal. 6.4.]

Y aplácate para con tus siervos.

¹⁴Sácianos presto de tu misericordia:

Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.

¹⁵Alégranos conforme á los días que nos afligiste,

Y los años que vimos mal.

¹⁶Aparezca en tus siervos tu obra,[#Hab. 3.2.]

Y tu gloria sobre sus hijos.

¹⁷Y sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros:[#Sal. 27.4.]

Y ordena en nosotros la obra de nuestras manos,

La obra de nuestras manos confirma.