Salmos 132

Salmos 132

Las promesas de Dios a David

SALMO 132 (131)

1-21-2 (1b-2) Dios poderoso de Israel

acuérdate de David y de sus sufrimientos;

recuerda lo que él te prometió:

3-4-5«Dios poderoso de Israel,

no pondré un pie en mi casa,

ni me daré un momento de descanso;

no dormiré un solo instante,

y ni siquiera cerraré los ojos,

mientras no encuentre un lugar

donde construir tu templo».

6Cuando estábamos en Efrata

oímos hablar del cofre del pacto ,

y finalmente lo hallamos

en la ciudad de Quiriat-jearim.

7Entonces dijimos:

«¡Vayamos al templo de Dios!

¡Arrodillémonos ante su presencia!»

8Dios mío,

¡ven con el cofre de tu pacto,

que es símbolo de tu poder,

al templo donde vivirás para siempre!

9Tus sacerdotes se vestirán

con propiedad,

y tu pueblo cantará con alegría.

10-11Dios mío,

tú elegiste a David

para que fuera nuestro rey;

¡no le niegues tu apoyo!

También le hiciste este juramento,

y no dejarás de cumplirlo:

«Tus descendientes serán reyes;

¡yo los haré reinar!

12Si ellos cumplen

con mi pacto y con mis leyes,

también serán reyes sus hijos

y reinarán en tu lugar para siempre».

13Tú elegiste a Jerusalén

para vivir siempre allí.

Dijiste:

14«Aquí pondré mi templo.

Aquí reinaré siempre,

porque así lo he decidido.

15Bendeciré ricamente

los alimentos de esta ciudad,

y con abundante pan

calmaré el hambre de sus pobres.

16Vestiré a sus sacerdotes

con ropas de triunfo,

y el pueblo cantará con alegría.

17Aquí haré que renazca

el poder de David,

el rey que yo elegí;

aquí reinarán para siempre

sus descendientes.

18Sobre la cabeza de David

brillará siempre la corona;

sobre la cabeza de sus enemigos

brillará la vergüenza».

Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Published by: United Bible Societies