EFESIOS 2

EFESIOS 2

De la muerte a la vida

1Tiempo hubo en que las culpas y pecados de todos ustedes los mantenían en estado de muerte.[#Tt 3,3-7.]

2Era el tiempo en que seguían los torcidos caminos de este mundo y las directrices del que está al frente de las fuerzas invisibles del mal, de ese espíritu que al presente actúa con eficacia entre quienes se hallan en rebeldía contra Dios.[#2,11; 5,8; 6,12; Jn 12,31; 2 Co 4,4; Col 3,7; Tt 3,3.]

3Así vivíamos también todos nosotros en el pasado: sometidos a nuestras desordenadas apetencias humanas, obedientes a esos desordenados impulsos del instinto y de la imaginación, y destinados por nuestra condición a experimentar, como los demás, la ira de Dios.[#Rm 1,18.]

4Pero la piedad de Dios es grande, e inmenso su amor hacia nosotros.[#Jn 3,16-17; 1 Pe 1,3.]

5Por eso, aunque estábamos muertos en razón de nuestras culpas, nos hizo revivir junto con Cristo —¡la salvación es pura generosidad de Dios!—,[#Lc 15,24.32; Rm 6,13; Col 2,13 (ver Hch 15,11).]

6nos resucitó y nos sentó con Cristo Jesús en el cielo.[#Rm 8,11; Col 2,12; 3,1.]

7Desplegó así, ante los siglos venideros, toda la impresionante riqueza de su gracia, hecha bondad para nosotros en Cristo Jesús.[#Rm 3,24; 9,23; Ga 2,16.]

8En efecto, ustedes han sido salvados gratuitamente mediante la fe. Y eso no es algo que provenga de ustedes; es un don de Dios.

9No es, pues, cuestión de obras humanas, para que nadie pueda presumir.[#Rm 3,28; 1 Co 1,29; 2 Tm 1,9; Tt 3,5.]

10Lo que somos, a Dios se lo debemos. Él nos ha creado por medio de Cristo Jesús, para que hagamos el bien que Dios mismo nos señaló de antemano como norma de conducta.[#Ga 6,15; Tt 2,14.]

Paz y unidad en Cristo

11Recuerden, pues, que ustedes, paganos en otro tiempo por nacimiento y considerados incircuncisos por los llamados circuncisos —esos que llevan en su cuerpo una marca hecha por manos humanas—,[#Rm 11,17.]

12estaban en el pasado privados de Cristo, sin derecho a la ciudadanía de Israel, ajenos a las alianzas portadoras de la promesa, sin esperanza y sin Dios en medio del mundo.[#Rm 9,4-5; Col 1,21; 1 Ts 4,13.]

13Ahora, en cambio, injertados en Cristo Jesús y gracias a su muerte, ya no están lejos como antes, sino cerca.[#Is 57,19; Rm 3,25; 5,9; Col 1,20; Heb 9,14; 10,19; 1 Pe 1,18-19; 1 Jn 1,7.]

14Cristo es nuestra paz. Él ha hecho de ambos pueblos uno solo; él ha derribado el muro de odio que los separaba;[#Is 9,5-6; Ez 37,17; 1 Co 12,13; Ga 3,28.]

15él ha puesto fin en su propio cuerpo a la ley mosaica, con sus preceptos y sus normas, y ha creado en su propia persona con los dos pueblos una nueva humanidad, estableciendo la paz.[#2 Co 5,17; Col 3,10.]

16Él ha reconciliado con Dios a ambos pueblos por medio de la cruz, los ha unido en un solo cuerpo y ha destruido así su enemistad.[#Rm 5,10-11; 2 Co 5,18-20; Col 1,20-22.]

17Él ha venido a traer la noticia de la paz: paz para ustedes, los que estaban lejos, y paz también para los que estaban cerca.[#6,15; Is 52,7; 57,19; Za 9,10.]

18Unos y otros, gracias a él y unidos en un solo Espíritu, tenemos abierto el camino que conduce al Padre.[#Rm 5,2; 8,15; Ga 4,6; Heb 4,16; 7,25; 10,19-20; 1 Pe 3,18.]

19Ya no son, por tanto, extranjeros o advenedizos. Son conciudadanos de un pueblo consagrado, son familia de Dios,[#Heb 12,22-23.]

20son piedras de un edificio construido sobre el cimiento de los apóstoles y los profetas. Y Cristo Jesús es la piedra angular[#1 Co 3,9-11; Ap 21,14; Is 28,16; Rm 9,33; 1 Co 3,11.]

21en la que todo el edificio queda ensamblado y va creciendo hasta convertirse en templo consagrado al Señor,[#4,16; 1 Co 3,1; 2 Co 6,16; 1 Pe 2,4-5.]

22en el que también ustedes se van integrando hasta llegar a ser, por medio del Espíritu, casa en la que habita Dios.

La Palabra (BLPH) versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2010 Utilizada con permiso
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