Salmos 112

Salmos 112

SALMO 112 (111)

La dicha del hombre honrado

1¡Aleluya!

Feliz el hombre que honra al Señor

y se complace en sus mandatos.

2Los descendientes del hombre honrado

serán bendecidos y tendrán poder en la tierra.

3En su casa hay abundantes riquezas,

y su generosidad es constante.

4Brilla una luz en la oscuridad[#112.4 La luz es símbolo de vida y prosperidad, en oposición a las tinieblas, que simbolizan la muerte y toda clase de males (Job 29.3; Sal 37.6; 97.11; Is 58.10).]

para los hombres honrados,

para el que es compasivo, clemente y justo.

5El hombre de bien presta con generosidad

y maneja con honradez sus negocios;

6por eso jamás llegará a caer.

¡El hombre justo será siempre recordado!

7No tiene miedo de malas noticias;

su corazón está firme, confiado en el Señor.

8Su corazón está firme; no tiene miedo,

y aun mira con burla a sus enemigos.

9Reparte limosna entre los pobres,

su generosidad es constante,

levanta la frente con honor.

10El malvado se enfurece al verlo;

en su impotencia rechina los dientes.

La ambición de los malvados fracasará.

Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Published by: United Bible Societies