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1»Amen ustedes al Señor su Dios, y cumplan sus preceptos, leyes, decretos y mandamientos.[#11.1 Véase Dt 6.5 nota.]
2Reconozcan hoy la corrección del Señor su Dios, que los hijos de ustedes no conocen ni han visto. Reconozcan su grandeza y su gran despliegue de poder,[#11.2 El siguiente resumen de las grandes obras del Señor evoca, en particular, cuatro acontecimientos: las plagas de Egipto (v. 3), el milagro del Mar Rojo (v. 4), las etapas de la marcha por el desierto (v. 5) y el castigo de los rebeldes (v. 6). En estos acontecimientos, el Señor se manifestó a Israel como su Salvador y Libertador, pero también como un Dios que no tolera ningún compromiso con el pecado. El recuerdo del pasado debe servir de lección para el presente. Cf. Dt 8.2-6.]
3y las señales y grandes hechos que realizó en Egipto contra el faraón y todo su país,[#11.3 Ex 7.8—12.30.]
4lo que hizo con el ejército egipcio, con sus caballos y carros de guerra, y cómo los hundió en las aguas del Mar Rojo cuando ellos los perseguían a ustedes. El Señor los destruyó para siempre.[#Ex 14.28.]
5Acuérdense también de todo lo que hizo por ustedes en el desierto, hasta que llegaron aquí;
6y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab y descendientes de Rubén, y cómo la tierra se abrió y se los tragó junto con sus familias y tiendas de campaña, y con todo cuanto tenían, a la vista de todo Israel.[#Nm 16.31-32.]
7Ustedes mismos son testigos de las grandes cosas que ha hecho el Señor.
8»Cumplan ustedes todos los mandamientos que hoy les he dado, para que se hagan fuertes y tomen posesión del país que van a conquistar,
9y para que vivan muchos años en esta tierra que el Señor prometió dar a los antepasados de ustedes y a sus descendientes; tierra donde la leche y la miel corren como el agua.
10La tierra que van a conquistar no es como Egipto, de donde ustedes salieron; allí sembraban ustedes la semilla y regaban con los pies, como se hace en las huertas,[#11.10 Aquí se establece una contraposición entre el suelo de la tierra prometida y el de Egipto. El primero es fecundado por las lluvias que el Señor envía (cf. vv. 11-12,14); el segundo, en cambio, recibe su fecundidad de las inundaciones periódicas del Nilo (cf. Is 23.3; Am 8.8) y exige un esfuerzo constante para distribuir el agua en las zonas de cultivo.; #11.10 El significado exacto de esta expresión es dudoso. Podría tratarse de una alusión a los surcos para el riego, abiertos con los pies en la tierra blanda, o bien a las ruedas con que se hacía subir el agua del río a los terrenos altos y que eran movidas con los pies .]
11pero el país del que van a tomar posesión es un país de montes y valles, regado por la lluvia del cielo.
12Es una tierra que el Señor mismo cuida; en ella tiene puestos los ojos todo el año.
13»Si ustedes cumplen los mandamientos que les he dado en este día, y aman al Señor su Dios, y lo adoran con todo su corazón y con toda su alma,[#11.13 Para los varios aspectos de esta devoción a Dios, véase Dt 6.5 nota.]
14él hará que vengan a su tiempo las lluvias de otoño y las de primavera, para que ustedes cosechen su trigo y tengan vino y aceite.[#11.14 según la versión griega (LXX). Heb. Yo haré.; #11.14 Estas lluvias marcan el comienzo y el fin de la estación lluviosa. La de otoño, en octubre-noviembre, facilita el arado de la tierra y las tareas preparatorias para la siembra; la de primavera, en marzo-abril, asegura la cantidad y calidad de la cosecha. Cf. Jer 5.24; Jl 2.23.]
15También hará que crezca hierba en el campo para el ganado de ustedes, y que ustedes tengan comida en abundancia.[#11.13-15 Lv 26.3-5; Dt 7.12-16; 28.1-14.]
16Pero tengan cuidado de no dejarse engañar; no se aparten del Señor por rendir culto a otros dioses; no se inclinen ante ellos,[#Dt 8.11-20.]
17porque el Señor se enojará contra ustedes y no les enviará lluvia; entonces la tierra no dará sus frutos, y muy pronto ustedes morirán en esa buena tierra que el Señor les va a dar.[#11.16-17 Cf. Dt 29.24-28(23-27).]
18»Grábense estas palabras en la mente y en el pensamiento; átenlas como señales en sus manos y en su frente.
19Instruyan a sus hijos hablándoles de ellas tanto en la casa como en el camino, y cuando se acuesten y cuando se levanten.
20Escríbanlas en los postes y en las puertas de su casa,
21para que su vida y la de sus hijos en la tierra que el Señor prometió dar a sus antepasados sea tan larga como la existencia del cielo sobre la tierra.[#11.18-21 Cf. Dt 6.6-9.]
22»Si cumplen fielmente todos estos mandamientos que hoy les ordeno poner en práctica, y si aman al Señor su Dios y lo siguen fielmente en todos sus caminos,
23el Señor arrojará de la presencia de ustedes a todas esas naciones, y ustedes conquistarán a pueblos más numerosos y fuertes.
24Donde ustedes planten el pie, allí se quedarán. Sus fronteras se extenderán desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo.[#11.24 traducción probable (cf. Jos 1.4); heb. desde el desierto y el Líbano.; #11.24 Véase Gn 15.18 n.]
25Nadie podrá hacerles frente. El Señor su Dios hará cundir el pánico y el terror por dondequiera que ustedes pasen, tal como se lo ha prometido.[#Jos 1.3-5.]
26»En este día les doy a elegir entre bendición y maldición.[#Dt 30.15,19.]
27Bendición, si obedecen los mandamientos del Señor su Dios, que hoy les he ordenado.
28Maldición, si por seguir a dioses desconocidos, desobedecen los mandamientos del Señor su Dios y se apartan del camino que hoy les he ordenado.[#11.27-28 Dt 28.]
29»Cuando el Señor su Dios los haya hecho entrar en el país que van a conquistar, pondrán la bendición en el monte Guerizim, y la maldición en el monte Ebal.[#Dt 27.11-14; Jos 8.33-35.]
30Estos montes están al otro lado del Jordán, en dirección de la ruta occidental, en la tierra de los cananeos que viven en la llanura, frente a Guilgal y junto a las encinas de Moré.[#11.29-30 El monte Guerizim, al sur, y el Ebal, al norte, son dos montañas de la Palestina central, en las cercanías de la antigua ciudad de Siquem. La ruta occidental unía a Siria con Egipto, atravesando todo el país de Canaán. Guilgal significa, en hebreo, círculo de piedras y había varios sitios con ese nombre; por eso, aquí podría tratarse de un sitio cercano a Siquem, y no del Guilgal que se encontraba entre el río Jordán y Jericó (Jos 4.19-24). Siquem y las encinas de Moré: Véase Gn 12.6 n.]
31Ustedes están a punto de cruzar el Jordán y conquistar el país que el Señor su Dios les va a dar. Cuando ya lo hayan conquistado y vivan en él,
32pongan en práctica todas las leyes y decretos que hoy les he entregado.