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1Moisés subió del desierto de Moab al monte Nebo, a la cumbre del monte Pisgá, que está frente a Jericó. Desde allí el Señor le hizo contemplar toda la región de Galaad hasta el territorio de Dan,[#34.1 región al este del Jordán. Véase Dt 2.36-37 n.; #34.1 en el extremo norte de Canaán.]
2las regiones de Neftalí, Efraín y Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Mediterráneo,
3el Négueb, el valle del Jordán y la llanura de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Sóar.[#34.3 el gran desierto al sur de Palestina. Véase Abd vv. 19-20 nota.; #34.3 El valle del Jordán y Sóar: Véase Gn 13.10 nota.]
4Y el Señor le dijo:
«Este es el país que yo juré a Abraham, Isaac y Jacob que daría a sus descendientes. He querido que lo veas con tus propios ojos, aunque no vas a entrar en él.»
5Y así Moisés, el siervo de Dios, murió en la tierra de Moab, tal como el Señor lo había dicho,[#34.5 el siervo de Dios: Véase Is 42.1 nota.]
6y fue enterrado en un valle de la región de Moab, frente a Bet-peor, en un lugar que hasta la fecha nadie conoce.[#34.6 Lit. y lo enterró. Según el contexto, el sujeto de este verbo es el Señor. En este v. se funda la tradición rabínica según la cual fue Dios mismo el que sepultó a Moisés. El ms. del Pentateuco usado por los samaritanos (véase Dt 27.4 n.) y la versión griega (LXX) dicen: lo enterraron.; #34.6 otro nombre de Baal-peor. Véase Dt 3.29 n.]
7Murió a los ciento veinte años de edad, habiendo conservado hasta su muerte buena vista y buena salud.[#34.7 Según la tradición judía recogida en el discurso de Esteban, la vida de Moisés se divide en tres periodos: cuarenta años en Egipto (Hch 7.23), cuarenta en Madián (7.30), y cuarenta en el desierto a partir del éxodo (7.36). Esto suma un total de ciento veinte años, lo que corresponde a la cifra dada aquí en este v., en el cual se funda la concepción judía según la cual 120 años son la duración ideal de una vida humana.]
8Los israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en el desierto de Moab, cumpliendo así los días de llanto y luto por su muerte.
9Y Josué, hijo de Nun, recibió de Moisés sabiduría, pues Moisés puso sus manos sobre él; así que los israelitas le obedecieron e hicieron como el Señor había ordenado a Moisés.[#34.9 Nm 27.18,23; Jos 1.16-18.]
10Sin embargo, nunca más hubo en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor hablara cara a cara,[#34.10 Ex 33.11; Nm 12.6-8; Dt 18.15-18; Hch 3.22-23.]
11o que hiciera todos los prodigios y maravillas que el Señor le mandó hacer en Egipto contra el faraón, sus funcionarios y todo su país,
12o que le igualara en poder y en los hechos grandes e importantes que hizo a la vista de todo Israel.