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1El Señor me dijo: «Ve y compra un cántaro de barro, y llama a algunos ancianos del pueblo y a algunos sacerdotes ancianos.
2Luego sal al Valle de Ben-hinom, frente a la Puerta de los Tiestos, y proclama allí el mensaje que voy a comunicarte.[#19.2 Véase Jer 2.23 nota, y cf. 2 R 23.10; Jer 32.34-35.; #19.2 Se desconoce la ubicación exacta de esta puerta en la antigua ciudad de Jerusalén. Se ha pensado que estaba en la parte oriental del Valle de Ben-hinom, cerca del lugar donde los alfareros arrojaban los tiestos rotos o defectuosos. Algunos la identifican con la Puerta del Basurero, mencionada en Neh 2.13; 3.13-14; 12.31.]
3Di: “Reyes de Judá y habitantes de Jerusalén, escuchen este mensaje del Señor todopoderoso, el Dios de Israel: Voy a enviar una calamidad tan grande sobre este lugar, que todo el que oiga la noticia quedará aturdido.[#19.3 2 R 21.12.]
4Porque los israelitas me abandonaron y convirtieron este lugar en tierra extraña; en él ofrecieron incienso a otros dioses, que no conocían ni ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá, y lo llenaron de sangre de gente inocente.
5Además construyeron altares para quemar a sus hijos en holocausto a Baal, cosa que yo no les ordené ni les dije, y que ni siquiera me pasó por la mente.[#19.5 Véase Jue 2.13 n.; #19.5 Véase Lv 18.21 n.; cf. Is 57.5.]
6Por eso vendrán días en que este lugar ya no se llamará Tófet ni Valle de Ben-hinom, sino Valle de la Matanza. Yo, el Señor, lo afirmo.[#19.6 Véase Jer 7.31 nota.; #19.6 Véase Jer 7.32 n.]
7En este lugar haré pedazos los planes de Judá y de Jerusalén. Haré que sus enemigos mortales los derroten y los maten, y que sus cadáveres sirvan de comida a las aves de rapiña y a las fieras.[#19.7 En hebreo, esta expresión tiene un sonido semejante al de la palabra traducida por cántaro de barro, en el v. 1. Nótese asimismo que las acciones simbólicas de los profetas, lo mismo que la palabra de Dios que anunciaban (cf. Is 55.10-11), tenían poder efectivo. Véase, a este respecto, Jer 13.1-11 n.]
8Convertiré esta ciudad en un desierto, en algo que cause espanto. Todos los que pasen por ella se quedarán espantados y asombrados al ver su completa destrucción.
9Haré que la gente se coma a sus propios hijos e hijas, y que se coman unos a otros a causa de la situación desesperada a que los someterán sus enemigos mortales durante el sitio de la ciudad.”[#19.9 Cf. Dt 28.53-57; Ez 5.10.]
10»Después de decir esto, haz pedazos el cántaro a la vista de los hombres que te acompañan,
11y diles: “El Señor todopoderoso dice: Haré pedazos este pueblo y esta ciudad como quien hace pedazos un cántaro de barro, que ya no se puede reparar. La gente tendrá que enterrar a los muertos en Tófet, por no haber más lugar donde enterrarlos.
12Así haré con esta ciudad y sus habitantes. La dejaré en las mismas condiciones que a Tófet. Yo, el Señor, lo afirmo.
13Las casas de Jerusalén, los palacios de los reyes de Judá y las azoteas de las casas donde ofrecían incienso a todos los astros y derramaban ofrendas de vino a otros dioses, serán considerados impuros, lo mismo que Tófet.”»
14Después de esto, Jeremías regresó de Tófet, adonde el Señor lo había enviado a hablar en su nombre, y parándose en el atrio del templo, dijo a todo el pueblo:
15«El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice: “Voy a enviar a esta ciudad y a todos sus poblados todos los castigos que les he anunciado, porque se han puesto tercos para no obedecer mis palabras.”»