Miqueas 3

Miqueas 3

Mensaje contra los malos gobernantes

1Escuchen ahora, gobernantes y jefes de Israel,

¿acaso no corresponde a ustedes

saber lo que es la justicia?

2En cambio, odian el bien y aman el mal;

despellejan a mi pueblo

y le dejan los huesos pelados.

3Se comen vivo a mi pueblo;

le arrancan la piel y le rompen los huesos;

lo tratan como si fuera carne para la olla.

4Un día llamarán ustedes al Señor,

pero él no les contestará.

En aquel tiempo se esconderá de ustedes

por las maldades que han cometido.

Mensaje contra los profetas engañadores

5Mi pueblo sigue caminos equivocados

por culpa de los profetas que lo engañan,

que anuncian paz a quienes les dan de comer

pero declaran la guerra

a quienes no les llenan la boca.

El Señor dice a esos profetas:

6«No volverán ustedes a tener

visiones proféticas en la noche

ni a predecir el futuro en la oscuridad.»

El sol se pondrá para esos profetas,

y el día se les oscurecerá.

7Esos videntes y adivinos

quedarán en completo ridículo.

Todos ellos se quedarán callados

al no recibir respuesta de Dios.

8En cambio, a mí, el espíritu del Señor

me llena de fuerza, justicia y valor,

para echarle en cara a Israel su rebeldía y su pecado.

Ruina de Jerusalén

9Escuchen esto ahora, gobernantes y jefes de Israel,

ustedes que odian la justicia

y tuercen todo lo que está derecho,

10que construyen Jerusalén, la ciudad del monte Sión,

sobre la base del crimen y la injusticia.

11Los jueces de la ciudad se dejan sobornar,

los sacerdotes enseñan solo por dinero

y los profetas venden sus predicciones

alegando que el Señor los apoya, y diciendo:

«El Señor está con nosotros;

nada malo nos puede suceder.»

12Por lo tanto, por culpa de ustedes,

Jerusalén, la ciudad del monte Sión,

va a quedar convertida en barbecho,

en un montón de ruinas,

y el monte del templo se cubrirá de maleza.

Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Published by: United Bible Societies