Cantares 3

Cantares 3

1En mi cama, por las noches,

busqué al amor de mi vida.

Lo busqué y no lo encontré.

2Entonces me levanté

y recorrí la ciudad

buscando al amor de mi vida

por las calles y las plazas.

Lo busqué y no lo encontré.

3Pregunté a los guardias

que hacen la ronda de la ciudad:

«¿No han visto ustedes al amor de mi vida?»

4Apenas me había alejado de ellos,

cuando encontré al amor de mi vida.

Lo tomé de la mano, y sin soltarlo

lo llevé a las habitaciones de mi madre.

5Prométanme, mujeres de Jerusalén,

por las gacelas y cervatillas del bosque,

no interrumpir el sueño de mi amor.

¡Déjenla dormir hasta que quiera despertar!

Tercer canto

6¿Qué es eso que viene del desierto[#3.6 Esta pregunta retórica es un artificio literario para introducir la descripción que sigue inmediatamente (cf. Is 60.8; 63.1; Jer 46.7).]

y avanza entre columnas de humo,

entre humo de mirra y de incienso

y de toda clase de perfumes?

7¡Es la litera de Salomón!

Viene escoltada por sesenta soldados

de los más valientes de Israel;

8todos ellos manejan la espada

y son expertos guerreros;

cada uno lleva la espada al cinto

en previsión de peligros nocturnos.

9El rey Salomón se ha hecho una litera

con finas maderas del Líbano.

10Las columnas son de plata;

el respaldo, de oro;

el asiento, tapizado de púrpura;

el interior, decorado con amor

por las mujeres de Jerusalén.

11Mujeres de Sión,[#3.11 es el nombre de la colina donde estaba edificado el Templo, pero a veces el AT emplea ese nombre como designación poética de toda la ciudad de Jerusalén. Véase Sal 2.6 n.]

¡salgan a ver al rey Salomón!

Lleva puesta la corona

que le hizo su madre para el día de su boda,

para el día más feliz de su vida.

Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Published by: United Bible Societies