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1Viendo Jacob que había alimento en Egipto, dijo a sus hijos: «¿Por qué se están mirando?[#42:1 Lit. grano.; #42:1 Lit. y dijo Jacob.]
2He oído que hay alimento en Egipto», y añadió; «desciendan allá, y compren de allí un poco para nosotros, para que vivamos y no muramos».[#42:2 Lit. grano.]
3Entonces diez hermanos de José descendieron para comprar grano en Egipto.
4Pero Jacob no envió con sus hermanos a Benjamín, hermano de José, porque dijo: «No sea que le suceda algo malo».
5Los israelitas fueron junto con los que iban a comprar grano, pues también había hambre en la tierra de Canaán.
6Y José era el que mandaba en aquel país. Él era quien vendía a todo el pueblo de la tierra. Cuando los hermanos de José llegaron, se postraron ante él rostro en tierra.[#42:6 Lit. la.]
7Al ver José a sus hermanos, los reconoció, pero fingió no conocerlos y les habló duramente. Y les dijo: «¿De dónde han venido?». «De la tierra de Canaán para comprar alimentos», le respondieron ellos.
8José había reconocido a sus hermanos, aunque ellos no lo habían reconocido a él.
9José se acordó de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo: «Ustedes son espías. Han venido para ver las partes indefensas de nuestra tierra».[#42:9 Lit. soñado.; #42:9 Lit. la desnudez de la tierra.]
10«No, señor mío», le dijeron ellos, sino que tus siervos han venido para comprar alimentos.
11«Todos nosotros somos hijos de un mismo padre. Somos hombres honrados, tus siervos no son espías».[#42:11 Lit. hombre.]
12«No, sino que ustedes han venido para ver las partes indefensas de nuestra tierra», les dijo.[#42:12 Lit. la desnudez de la tierra.]
13Pero ellos dijeron: «Tus siervos eran doce hermanos, hijos del mismo padre en la tierra de Canaán; y el menor está hoy con nuestro padre, y el otro ya no existe».[#42:13 Lit. hombre.; #42:13 Lit. uno.]
14Entonces José les dijo: «Es tal como les dije: ustedes son espías.
15En esto serán probados; por vida de Faraón que no saldrán de este lugar a menos que su hermano menor venga aquí.
16Envíen a uno de ustedes y que traiga a su hermano, mientras ustedes quedan presos, para que sean probadas sus palabras, a ver si hay verdad en ustedes. Y si no, ¡por vida de Faraón!, ciertamente son espías».
17Y los puso a todos juntos bajo custodia por tres días.
18José les dijo al tercer día: «Hagan esto y vivirán, pues yo temo a Dios:
19si son hombres honrados, que uno de sus hermanos quede encarcelado en su prisión. El resto de ustedes, vayan, lleven grano para el hambre de sus casas.[#42:19 Lit. la casa de su prisión.]
20Y tráiganme a su hermano menor, para que sus palabras sean verificadas, y no morirán». Y así lo hicieron.
21Entonces se dijeron el uno al otro: «Verdaderamente somos culpables en cuanto a nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos, por eso ha venido sobre nosotros esta angustia».
22Rubén les respondió: «¿No les dije yo: “No pequen contra el muchacho” y no me escucharon? Ahora hay que rendir cuentas por su sangre».[#42:22 Lit. dije, diciendo.; #42:22 Lit. Y he aquí, su sangre es también demandada.]
23Ellos, sin embargo, no sabían que José los entendía, porque había un intérprete entre él y ellos.
24Y se apartó José de su lado y lloró. Cuando volvió a ellos y les habló, tomó de entre ellos a Simeón, y lo ató a la vista de sus hermanos.[#42:24 Lit. de ellos.]
25José mandó que les llenaran sus vasijas de grano y que devolvieran el dinero a cada uno poniéndolo en su saco, y que les dieran provisiones para el camino. Y así se hizo con ellos.
26Ellos, pues, cargaron el grano sobre sus asnos, y se fueron de allí.
27Y cuando uno de ellos abrió su saco para dar forraje a su asno en la posada, vio que su dinero estaba en la boca de su costal.
28Entonces dijo a sus hermanos: «Me ha sido devuelto mi dinero, y miren, está en mi costal». Y se les sobresaltó el corazón, y temblando se decían el uno al otro: «¿Qué es esto que Dios nos ha hecho?».[#42:28 Lit. y también.; #42:28 Lit. salió.]
29Cuando llegaron a su padre Jacob en la tierra de Canaán, le contaron todo lo que les había sucedido:
30«El hombre, el señor de aquella tierra, nos habló duramente y nos tomó por espías del país.[#42:30 Lit. la.]
31Pero nosotros le dijimos: “Somos hombres honrados, no somos espías.
32Eramos doce hermanos, hijos de nuestro padre. Uno ya no existe, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán”.
33»Entonces el hombre, el señor de aquel país, nos dijo: “Por esto sabré que son hombres honrados: dejen uno de sus hermanos conmigo y tomen grano para el hambre de sus casas, y márchense.[#42:33 Lit. la.]
34Pero tráiganme a su hermano menor para que yo sepa que ustedes no son espías, sino hombres honrados. Les devolveré a su hermano, y podrán comerciar en la tierra” ».[#42:34 Lit. sino que son honrados.; #42:34 Lit. daré.]
35Cuando vaciaron sus sacos, el atado del dinero de cada uno estaba en su saco. Y al ver ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor.
36Y su padre Jacob les dijo: «Ustedes me han privado de mis hijos; José ya no existe, y Simeón ya no existe, y ahora se quieren llevar a Benjamín. Todas estas cosas son contra mí».
37Entonces Rubén habló a su padre: «Puedes dar muerte a mis dos hijos, si no te lo traigo. Ponlo bajo mi cuidado, y yo te lo devolveré».[#42:37 Lit. en mi mano.]
38Pero Jacob dijo: «Mi hijo no descenderá con ustedes. Pues su hermano ha muerto, y solo él me queda. Si algo malo le acontece en el viaje en que van, harán descender mis canas con dolor al Seol».[#42:38 O camino.; #42:38 I.e. región de los muertos.]